"Queremos conocer la vida de este yacimiento". Con estas palabras explica Sophie Gilotte, la directora del proyecto, la razón por la que más de una decena de personas llevan tres semanas excavando la ciudad musulmana de Albalat, situada en el término municipal de Romangordo a orillas del río Tajo. "Está muy bien conservado, mucho más de lo que yo pensaba", añade como reflexión sobre los resultados de la excavación."Hay datos para justificar que tenemos que seguir adelante", finaliza como principal conclusión de la primera campaña de trabajo, que acaba este fin de semana.

Los restos de la muralla y una necrópolis del poblado musulmán de Albalat, que data de la Edad Media, están acompañados ahora por otros restos que yacían escondidos. La quincena de voluntarios (llegados desde Jaén, Francia, Tenerife, aunque participan sobre todo jóvenes extremeños) han hurgado la tierra en varios puntos de un terreno de casi dos hectáreas, obteniendo unos resultados que han sorprendido hasta la directora de la excavación. "Hay mucho más de lo que yo podía sospechar", comenta.

A un lado se aprecia claramente los restos de un espacio doméstico, en el que se diferencia dos compartimentos separados por una pared y una escalera porque están a dos alturas. En el interior se han encontrado restos de cerámica e incluso el tejado de la casa caído, vigas de madera y una fosa donde almacenaban el grano. A unos metros, varios voluntarios trabajan en una zona de la muralla para extraer algunas conclusiones sobre su construcción, calificada de "compleja" por la arqueóloga que dirige esta parte del trabajo.

En la zona de extramuros, fuera del espacio protegido de la muralla y rozando el río, se diferencia sin ningún tipo de dificultad un baño comunitario con tres salas paralelas, el horno y el hipocausto para calentar la zona. "En el ámbito musulmán estos baños son característicos de cierto nivel de vida urbana. Este es el primero que aparece en Extremadura y está muy bien conservado", explica Gilotte. Las aguas del río lo han dejado al descubierto, al igual que la necrópolis, que ha sido expoliada. "Aquí hay trabajo para varios años", finaliza reivindicativa la directora.