Si no cambia la situación, el pimentón de La Vera podría tener los días contados como casi ha ocurrido en Murcia", pese a tratarse de un cultivo social, según afirmó el director-gerente de la cooperativa Unión de Productores de Pimentón, de Jaraíz, Francisco Alcaín, durante su intervención en las III jornadas que ha organizado sobre este producto la Asociación Socio-Cultural Obispo Manzano, en colaboración con la Consejería de Cultura, la Fundación Academia Europea de Yuste, el centro cultural de Idanha-a-Nova y el ayuntamiento jaraiceño.

Alcaín aseguró que el resultado las últimas cosechas y el descenso de cultivo, "en 136 hectáreas este año", provocan que la situación del sector sea "muy preocupante", agravada, según dijo, porque los precios que percibe el agricultor "no se mueven", lo que le impide competir con otro tipo de pimientos, "mientras que el industrial está presionando más de la cuenta", afirmó.

El gerente dijo que las industrias de mezclas, a las que aseguró "no defender", no se están dan cuenta que necesitarán por lo menos "un kilo de pimentón de aquí para mezclarlo con otro de fuera, y conseguir así un tipo de pimentón que ellos llaman de La Vera".

El descenso de producción podría originar un desabastecimiento en los mercados. "Esa es la situación que debería producirse y espero que los controles de la denominación de origen sean lo suficientemente estrictos para que así sea", defendió.

Por otro lado, se mostró partidario de que el proyecto financiado por Adicover se ponga en marcha, "ya que permitirá saber si ese pimentón ha sido fabricado con pimientos autóctonos o importados". Insistió en que la supervivencia del pimentón de La Vera está en la denominación de origen, "pero con controles suficientes", insistió.