Vecinos de la pequeña localidad de Valdecañas del Tajo han convocado una manifestación en contra de la decisión de la alcaldesa, María Begoña Iriondo, de no abrir este año la piscina natural del municipio. En ella, además, se pedirá su dimisión. Será el próximo sábado. EL PERIODICO no pudo localizar telefónicamente a la edil, aunque fuentes cercanas aseguraron que su negativa se debe a que las aguas se hayan en "mal estado".

Los vecinos aseguran que en el 2004, la edil tomó la misma decisión, amparándose en un argumento similar, que las aguas estaban contaminadas, a pesar de que el Ministerio de Sanidad negaba esta aseveración. Esa desafortunada decisión, según los vecinos, causó graves pérdidas para las personas que habían alquilado el servicio del chiringuito.

El alquiler del bar supone 15.000 euros que van a parar a las arcas municipales, montante que se perderá si las compuertas no se abren este año, como dijeron las fuentes consultadas, quienes sostienen que la alcaldesa "manda a su antojo".

Es preciso señalar que la edil, del PP, cuenta con mayoría absoluta en el municipio. Hay cuatro concejales populares frente a uno solo de los socialistas.

Vecinos del lugar informaron de que la subasta para gestionar el chiringuito del año pasado fue "fraudulenta", ya que la esposa de uno de los concejales ofreció más dinero que otras personas y la alcaldesa le otorgó la explotación de estas instalaciones a alguien que pujó con una menor cantidad, como contaron las fuentes consultadas. Iriondo debe indemnizar a la mujer al que le negó el derecho a encargarse del chiringuito con 12.000 euros, aunque se niega a abonarlos, según los vecinos.

La alcaldesa tiene una causa pendiente por un supuesto delito electoral por haber acosado a una trabajadora que denunció un supuesto fraude de votos, comunicaron desde Valdecañas.