Dícese de la construcción de piedra, ladrillo, madera, hierro, hormigón, etcétera, que se construye y forma sobre los ríos, fosos y otros sitios para poder pasarlos", primera de las muchas acepciones que esta palabra tiene. En Coria sabemos mucho de puentes, concretamente de tres, el Puente de Hierro, el Puente Nuevo y el mal llamado Puente Romano.

Este último, puente sin río y parte de la historia que quieren conocer muchas de las personas que visitan Coria. Los otros dos puentes, que están prácticamente juntos, sirven de entrada a nuestra ciudad y de los que también se puede sacar otro trozo de la historia de nuestra ciudad.

La sexta acepción de puente, a la que me quería referir, dice lo siguiente: "Día o serie de días que entre dos festivos o sumándose a uno festivo se aprovechan para vacación", como por ejemplo el puente del Pilar que acabamos de pasar recientemente. Este tipo de puentes que debería traer a un buen número de personas a visitar y conocer nuestra ciudad nos hace reflexionar sobre la cantidad de turistas o de paisanos que salen para disfrutar de estos días de asueto. Mientras en las noticias vemos como un concierto de uno de los mejores grupos de rock, nacido en la tierra, llevaba al límite las capacidades hoteleras de una ciudad con el rico patrimonio de Cáceres, en nuestra ciudad ves el casi vacío de estos tres días, alimentados con restricciones como los cortos horarios de cierre de establecimientos nocturnos. No hace falta ir a la oficina de turismo, solo tenías que darte una vuelta y hablar con algunos ciudadanos y buena parte de los hosteleros, la palabra más escuchada, "mal".

Aquí no tenemos El Faro, ni un concierto cada día, pero sí una ciudad con uno de los más ricos patrimonios culturales de la región: castillo, catedral, murallas, etc. Coria se merece que atraiga y alternativas para que la gente salga o para que los turistas vengan, casi todos los esfuerzos no se deben centrar en una semana durante el año.