Alrededor de treinta inmigrantes acampados en Cabezuela del Valle y cincuenta en Jerte, es el contingente de temporeros que se encontraban en la mañana de ayer en varios asentamientos ilegales, según los datos que maneja el Servicio Social de Base (SSB) de la Mancomunidad de municipios. En este sentido la trabajadora social, Delicia Prieto, señaló a este diario que el número de personas que habían acudido ayer a por alimentos al puesto de dispensación que el SSB tiene en la sede de la mancomunidad, ubicada en Cabezuela del Valle, "ha sido de quince". También explicó que el mismo individuo "solamente puede retirar alimentos cada quince días". En cuanto a la procedencia de los alimentos indicó que nos llegan del Banco de Alimentos, "a través de Cruz Roja".

Por lo que respecta al número total de temporeros que pueden estar trabajando en estos momentos en la recolección de las cerezas en el Valle del Jerte, Prieto, calculó que se mueven en una horquilla de "entre novecientos y mil". De esa cantidad "entre ochenta y cien", están acampados. La mayoría de estos últimos sin trabajo. Delicia Prieto aseguró además que desde el día tres de mayo hasta ayer habían retirado alimentos a través de la oficina de la mancomunidad 1.062, inmigrantes.

Sin duda estas cifras presentan grandes diferencias a la baja con las facilitadas el martes por el alcalde de Cabezuela del Valle, Antonio Domínguez, quien declinó hacer más declaraciones sobre este tema, tras la visita que realizó en la mañana de ayer el Subdelegado del Gobierno, Fernando Solís, al menos a una de las zonas de acampada en Cabezuela del Valle. El alcalde de Navaconcejo, José Antonio Moreno, confirmó que el Subdelegado del Gobierno se había entrevistado con el teniente de alcalde, "pero en nuestro pueblo el problema está controlado".

Algunos de los rumanos que viven en el campamento de Los Carchones de Cabezuela señalaron a EL PERIODICO que habían planteado al Subdelegado del Gobierno "las pésimas condiciones en las que vivimos, sin luz, ni nada; sí con lluvia, viento y frío", señala Nistea Petrisor.