El concesionario de la Residencia Municipal de Mayores Los Naranjos de Sierra de Fuentes, José Luis López, ha acusado al ayuntamiento de la localidad, y más concretamente a su alcalde, Andrés Guerra, de adeudarle tres mensualidades, correspondientes a las subvención que concede al centro la Junta de Extremadura y a la parte que pagan los ancianos que residen en el hogar al consistorio.

López señaló que la cantidad que se le debe supera los 8.000 euros y que, hasta ahora, los gastos de la residencia están saliendo de su bolsillo, una situación que, según aseguró, "no podrá durar mucho tiempo".

Por su parte, el alcalde afirmó que el dinero procedente de la Consejería de Bienestar Social de la Junta ha sido entregado al concesionario y que únicamente adeuda la cantidad que los ancianos entregan al consistorio, para que éste después abone al gestor de la residencia. Guerra explicó que el motivo de el retraso en el pago es que el ayuntamiento no cuenta en la actualidad con un interventor que firme los cheques correspondientes y afirmó que su intención es pagar en cuanto este problema "burocrático" se resuelva. Además, aseguró que "el cien por cien del dinero de la Junta ha sido justificado".

No obstante, López negó este extremo e insistió en que no recibe "ningún dinero desde hace tres meses y tengo la documentación bancaria que lo demuestra", aseveró.

La residencia, que también funciona como hogar de mayores de la localidad, acoge en régimen de pensión completa a una veintena de ancianos y tiene a siete trabajadores, que no cobran desde hace dos meses. "Si queremos darles de comer a ellos (por los mayores), no podemos cobrar", comentó una de las empleadas.

"Tengo que pagar la luz, la comida, el agua y el gasoil y que no nos paguen está causando graves inconvenientes, porque todo no puede salir de mis arcas", criticó López, quien no descartó que si esta situación se prolonga en el tiempo, los "mayores se puedan quedar en la calle" porque se vea obligado a cerrar el centro por falta de fondos.

CUESTIONES POLITICAS En este sentido, el concesionario alude a un trasfondo político en el origen del conflicto y aseguró que "llevo 12 años sin problemas, sin quejas, hasta que llegó este alcalde".

Guerra, de IU-Siex, coincide con López en los tintes políticos del conflicto, pero dijo que las acusaciones del concesionario de la residencia se deben a que tuvo que llamarle la atención por usar un centro público para "realizar reuniones políticas" del PSOE. Ambos se acusan mutuamente de "persecución política" y mientras López critica que el alcalde no lo ha querido recibir para solucionar el problema, Guerra afirma que en su calidad de alcalde recibe a todo el mundo y los trata por igual.