El estrés y la ansiedad no tienen cabida en el balneario de Baños de Montemayor. Dos edificios completamente equipados para el disfrute del cliente y el usuario que necesita hacer un kit-kat en su vida, porque en el interior del balneario se pierde la noción del tiempo y es vital hacer un paréntesis en la rutina del día a día.

Aquellos que necesiten recargar las pilas aún tienen unos días para apuntarse a un circuito romano o a un tratamiento termal antes de que finalice la temporada. Baños cerrará las puertas del balneario el próximo domingo con unas cifras que confirman que los romanos tenían razón cuando utilizaban las aguas sulfuradas-sódicas y oligometálicas en el siglo II antes de Cristo para aliviar sus dolencias. "Hemos tenido unos 12.000 clientes durante este año --desde el mes de marzo-- con picos de usuarios de hasta 480 personas en un día", manifestó Raúl Angel, gerente de las instalaciones.

Los tratamientos del balneario se reparten entre los dos edificios del complejo, a un lado y otro de la N-630; en las antiguas termas romanas; y en el nuevo complejo que se construyó en el año 1.995. "Tenemos unas instalaciones flexibles que se adaptan a todo tipo de clientes, desde el público que viene buscando una estancia lúdico-termal, como a aquellas personas que necesitan una atención minero-medicinal", añadió Angel.

Abanico de tratamientos

Elegir entre un chorro hidroterápico, un parafango o un baño niágara en ocasiones puede resultar complicado, por ello la gerencia del balneario ha editado un folleto en el que se explica con detalle todos y cada uno de los tratamientos. Un tríptico, que ha tenido "tanto éxito", que se ha agotado. En esta información el cliente puede conocer que un pediluvio serpentín es "la aplicación de duchas contraste calor-frío en las extremidades inferiores como entrenamiento vascular para mejorar la circulación y aliviar la pesadez de las piernas". El usuario también puede someterse a una técnica de parafango con propiedades antiinflamatorias y sedantes.

La última moda son los tratamientos de belleza que desde hace un año se ofrecen en las instalaciones. Desde un baño espumoso de leche, hasta una envoltura antiestrés de chocolate pasando por una bañera hidromasaje con cristales marinos. Aunque habrá que esperar hasta la próxima primavera para disfrutar de alguna de estas maravillas. El centro abrirá la nueva temporada el 26 de febrero del 2007, un mes antes de lo habitual "para adelantar el inicio de la temporada y aprovechar los turistas que llegan hasta la estación de esquí de La Covatilla".

En noviembre las termas han estado a pleno rendimiento, con un nivel de ocupación del 100% gracias al programa del Imserso. "El año que viene pasaremos de 4.000 a 8.500 plazas con el programa de mayores", explicó Angel. Otra de las novedades del balneario es la venta de productos con la marca propia Thermanature , con productos hidratantes, reafirmantes o aromáticos.