Con motivo de la celebración de la Semana Cultural del IES Turgalium, los alumnos del primer curso del Ciclo Formativo de Guía, Información y Asistencias Turísticas han realizado una ruta por Trujillo en busca de antiguos juegos tradicionales que están escondidos entre sus piedras o pasan desapercibidos a simple vista. Muchos de ellos son tan conocidos como el tres en raya o el juego árabe del alquerque de nueve o de doce. En la antigüedad estos juegos esculpidos en la piedra sirvieron de entretenimiento para los trujillanos y hoy en día han sido reutilizados como elementos constructivos, según señala la profesora de Turismo, Verónica Moreno.

La idea de hacer dicha ruta partió del Departamento de Matemáticas y Turismo del centro ya que, por un lado, las profesoras del primero querían dar a conocer los diferentes juegos «que ahora conocemos como juegos de mesa», mientras que las de Turismo, quisieron incorporar a las visitas guiadas dichos conocimientos «para hacerlas más atractivas». De este modo, los futuros guías turísticos se pusieron manos a la obra para enseñar a sus compañeros las curiosidades matemáticas y lúdicas que hay por la ciudad, señala Moreno.

Así, la comitiva partió desde la plaza Mayor ya que junto a la fuente situada en la escalinata cerca de la estatua de Pizarro hay tallado el juego de las tres en raya. Lo mismo ocurre en una de las piedras de la escalera que hay en el interior del hotel palacio de Santa Marta, y en las traseras del depósito del agua. En algunos casos, los juegos han estado en dicho lugar desde que fueron creados, y en otros se trata de piedras reutilizadas, explica Verónica Moreno.

Otro de los juegos tradicionales que se repiten son el alquerque, que los expertos en la materia consideran el antecesor del juego de las damas. En este caso, está en la plazuela de la Casa-museo de Francisco Pizarro, sobre uno de los canchos, y el otro en en la puerta de Santiago, delante del palacio de Chaves. En ambos casos el juego fue tallado directamente sobre sendas piedras, siendo empleado el de la Puerta de Santiago «para entretenimiento de los vigías que cuidaban esta puerta de acceso a la ciudad».

Además de entretenida, la actividad ha servido a estos jóvenes para realizar las prácticas dentro del módulo de Procesos de Guía y Asistencia Turísticas, que les capacita para ser guías en ciudades y en la naturaleza.