Un grupo integrado por más de treinta alumnos del Colegio Rural Agrupado Alemanara ha tenido la oportunidad de descubrir los encantos naturales del Parque Natural de la Sierra de la Estrella, en el país vecino de Portugal.

Pero no todo fue verdor y paisajes intactos, los escolares fueron testigos de las consecuencias nefastas de los incendios forestales en espacios protegidos como el de la Sierra de la Estrella. "Este tipo de viajes ya son habituales. Para nosotros es fundamental que los alumnos aprendan a proteger la naturaleza porque ellos son el futuro", explicó Juan Agustín Camisón, profesor del colegio. El viaje a tierras lusas se enmarca dentro del ciclo de actividades que el centro educativo de Torre de Don Miguel organiza cada año con el objetivo de concienciar y educar a los escolares sobre la importancia que tiene el cuidado del medio ambiente.

Durante tres días, los participantes, que se alojaron en el albergue de la localidad de Penhas de Saude, estuvieron acompañados por el equipo de profesores y por un grupo de monitores de la Fundación Global Nature del Centro de Educación Ambiental La Dehesa de Torrejón El Rubio. "La excursión ha sido muy productiva. Los alumnos han conocido el valle del glaciar del río Zézére y han realizado una marcha hasta el Pozo del Infierno", añadió Camisón. Los estudiantes disfrutaron de una visita a la estación de esquí de La Torre, situada a 1.500 metros de altitud, la cota más alta de Portugal. Además, descubrieron las similitudes que causaron los incendios forestales en la Sierra de Gata y en la portuguesa de la Estrella. "Las convivencias y viajes medioambientales son un método didáctico magnífico y transmiten un gran interés entre los jóvenes por conservar los ecosistemas porque ellos son el futuro".

Lo duro de la experiencia fue descubrir los efectos de las llamas y el fuego devastador que destruyó el principal valle glaciar del Parque Natural de la Sierra de la Estrella.