Las comarcas de La Vera y el Valle del Jerte presentan en esta época del año un colorido especial debido a la gran variedad de árboles de hoja caduca que crecen en sus campos, inundando la zona de una policromía singular, mientras el bosque eclosiona con multitud de setas, madroños y castañas.

Si a todo esto unimos la benignidad de las temperaturas, resultará especialmente agradable, y no menos saludable, perderse por alguno de los múltiples senderos que unen a ambas comarcas, con la posibilidad de descubrir los numerosos encantos, relacionados con la flora y la fauna que hay en cada recodo del camino.

Ruta Carolina

Sin duda la ruta más conocida de cuantas unen las comarcas de La Vera y el Valle del Jerte es la de Carlos V, que recorre los 25 kilómetros de sierra que hay entre Tornavacas y Jarandilla, con una dificultad considerable para el caminante. En este sentido, Emilio Rodríguez, del Grupo Placentino de Montaña, señala que para realizar esta travesía es necesario cerciorarse previamente de que se está "en perfectas condiciones físicas", ya que, en caso contrario, es mejor dejar el plan para otra ocasión "al tratarse de una marcha con un desnivel acumulado de mil metros", asegura.

Además del camino seguido por el emperador hispano-alemán para trasladarse desde Tornavacas a Jarandilla el día 13 de noviembre de 1556, hay otras muchas rutas en la zona, algunas de las cuáles con nombres gremiales, como las de los Maquis, Aceiteros o Estraperlistas, lo que demuestra que lo accidentado del terreno no fue obstáculo para que los guerrilleros de la última contienda civil española planearan sus ataques y asaltos desde aquellos inhóspitos lugares, los aceiteros cambiaran los pellejos llenos con el líquido dorado por sacos de trigo en la vieja Castilla, mientras los estraperlistas buscaban la vuelta a guardias y carabineros.