Llegamos en este capítulo al final del viaje al Monasterio de Yuste de "el peregrino entretenido". Es momento de cerrar el libro, no sólo físicamente, sino también narrativamente. Ciro Bayo redondea el último capítulo haciendo uso de dos recursos narrativos: en cuanto a la historia, hace que el viajero se encuentre con un personaje con quien había compartido algunos capítulos. Se trata del naturalista Tirolés Scherer. Y en cuanto al tema, los viajeros entablan discusión sobre el carácter gris del ser español.

El capítulo final lleva como título: "la raza parda". Una expresión metafórica de España y sus habitantes. Lo que comienza por ser una conversación sobre el color del vestuario de los castellanos --pardo, gris; oscuro siempre--, se convierte en diálogo enjundioso sobre el carácter pardo, triste y oscuro del arte en España. "La verdadera música española es vaga, melancólica, incolora, parda , casi moruna".

La charla entre ambos viajeros crece en interés a medida que el español va viendo reflejada la imagen de España en el espejo de los argumentos del viajero extranjero. Unos argumentos llenos de alusiones a la historia y bien fundamentados en el conocimiento del arte español. Parece inevitable el recurso a la comparación para hablar de las herencias culturales: "Tal como Grecia se vengó de Roma inoculando a esta sus vicios, tal los moros se vengaron de los castellanos pasándoles los suyos, y el primero de todos el fanatismo religioso". El celo en guardar los dogmas católicos daría lugar a la persecución: "En vuestros grandes artistas se adivina la característica del tiempo en que vivieron; el sobresalto de ánimo de quien teme censura. Hasta en las obras más desenvueltas se ven las excusas y protestas de quien se siente vigilado y teme". De modo que: "el color preferido de los pintores españoles ha sido el pardo, el cuadro que llama más la atención en la galería de retratos, ¿sabe usted cuál es? --pregunta el extranjero--: el Felipe II de Pantoja, el rey de la raza parda". (Cómo no iba a resultar parda también la monarquía).