El vicario parroquial de la iglesia San Andrés Apóstol de Torrejoncillo ha expresado su preocupación por el precario estado que presenta la estructura del templo. De hecho hace unas semanas se desprendió parte de la bóveda del lateral izquierdo del edificio que afectó a la zona en la que está el cuadro de Las Animas, por lo que tuvo que ser acordonada. Afortunadamente el suceso quedó en un simple susto porque fue de la noche y no había público en la iglesia.

Este desprendimiento ha sido la primera señal reciente del lamentable estado que presenta el interior del edificio por el desplazamiento que desde hace años está mostrando el muro de la parte derecha del bloque.

RAPIDEZ

El deterioro del templo comenzó ha detectarse hace mucho tiempo, ya que hace siete años se cayó la bóveda de la escalinata del coro pero "ahora se plantea la urgencia" del arreglo, subrayó Roberto Rubio.

Esta urgencia viene dada por la aproximación de las fiestas de La Encamisá, el 7 de diciembre, una celebración declarada de Interés Turístico Regional y que congrega cada año a miles de personas. Sólo en el interior de la iglesia se se esperan se citen unas 2.500 personas, cantidad preocupante puesto que, "es excesiva ante la debilidad del templo", dijo Rubio.

El vicario forma parte de una comisión creada para agiliar las actuaciones de rehabilitación del edificio. Además de Rubio, esta comisión la integran el alcalde de Torrejoncillo, el párroco, un arquitecto, un aparejador, un vecino del pueblo y la representante del consejo parroquial. Dentro de unos días éstos se reunirán con el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, al que le comunicarán la urgencia del caso por ser él el que deberá de dar, junto con el Obispado de la diócesis Coria-Cáceres, una solución, así como la concesión del permiso para que durante La Encamisá puedan acceder al templo miles de personas sin que corran ningún peligro.