Pedro Almodóvar le cortaría el gañote a Miguel Blesa o a Rodrigo Rato por lo de las tarjetas de Caja Madrid. Es decir, lo haría si le hubieran engañado, es decir, si hubiera sido analfabeto, es decir, si no hubiera sido Pedro Almodóvar. Textual, esta es la frase del desgañote: "Si yo hubiera sido un gallego analfabeto que me hubieran hecho firmar con el dedo, y me entero del asunto de las tarjetas opacas, espero al señor Blesa o al señor Rato y le corto el gañote".

Déjese aparte lo gallego, porque ser "gallego analfabeto y engañado" no debe de ser distinto de ser "manchego analfabeto y engañado", por ejemplo, y Almodóvar, además, pidió perdón por asociar gallego y analfabeto, o gallego y engañado, o todo a la vez. Nada ha dicho, en cambio, de la necesidad de ser analfabeto para ser engañado, como si los engañados fuesen todos analfabetos, ni sobre la necesidad de que para cortarle el gañote a Blesa o a Rato no baste con ser analfabeto, sino que es preciso ser analfabeto engañado, como si un engañado culto no pudiera hacerlo.

Por supuesto, la indignación de Almodóvar no es solo comprensible sino compartida, aunque no hacía falta expresarla así, sobre todo tratándose de una hipótesis: lo que yo haría si no fuera Pedro Almodóvar.

Sorprende esa imagen (cortar el gañote) en quien vive de elaborar imágenes. Pero el problema es que Almodóvar dice lo que piensa y, quizá a su pesar, lo dice como lo piensa. Y precisamente porque en este caso no ha dicho nada que no piense cualquiera, y como lo diría cualquiera, precisamente por eso no debería haberlo dicho. ¿Qué habría ocurrido si en vez de Almodóvar, director de cine, hubiera sido un director de periódico, por ejemplo, directores los dos?. No es por corrección política: hay otros modos de ser políticamente incorrecto sin decir que uno se tomaría la justicia por su mano. Pero si en Almodóvar se acepta y hasta se aplaude es porque solo lo haría si analfabeto y engañado. Es la ventaja de hablar en hipótesis: que no es preciso desgañotar.