La ignorancia y la especulación no tienen límites. La indignación de los vecinos de la comarca salmantina de El Rebollar, que linda con la comarca cacereña de Sierra de Gata, es mayúscula. No sólo por las solicitudes de más de una veintena de centrales eólicas, no sólo por las distintas trabas que pone la administración para que este espacio, después de veinte años de formar parte de la REN y Red Natura 2000, se convierta por fin en Parque Natural, sino porque ahora hay una nueva amenaza: la obsesión por industrializar y talar el bosque de La Genestosa.

La construcción a la vieja usanza, propia de las Secciones de Montes de regímenes preconstitucionales, nos da una idea del respeto y concepción por el medio ambiente que se tiene en algunos círculos.

Conviene saber que este monte constituye la masa de roble rebollo (Quercus pyrenaica) mejor conservada a nivel mundial. Está incluida en el Plan de Recuperación de la Cigüeña Negra en Castilla y León, cuenta con numerosos datos históricos y recientes de lince Ibérico, alberga especies tan singulares como el ciervo Volante, distintas especies de mejillón de río, como la Madreperla de Río (Margaretifera margaretifera) catalogada en Peligro de Extinción, el águila Real, el halcón Abejero, el milano Negro, las águilas Calzada y Culebrera, catalogado como Vulnerable, el colirrojo Real y el milano Real.

La Genestosa ha sido recientemente incluida en la IBA El Rebollar/Sierra de Gata limitando a su vez con otras zonas ZEPA.

EL 66% Esta serie de argumentos no son suficientes motivos para que haya quien se empeñe año tras año en talar robles centenarios o en industrializar este bosque con el único fin de recaudar. Conviene recordar que recientemente la Sección Territorial de Montes de El Rebollar señaló para su corta el 66% de la masa madura (2 de cada 3 robles), poniendo como excusa que el bosque moriría. Algo insólito a nivel mundial, puesto que los bosques evolucionan, no mueren por vejez, algo que habría que recordar a algún que otro ingeniero de Montes.

Puede que los que somos de pueblo andemos un poco verdes en materia de especulación, tramas e intereses, pero en lo que se refiere a nuestra comarca, nuestros árboles, nuestro valor cultural y paisajístico, nuestro pasado y por supuesto nuestro futuro, no nos va a enseñar nadie y mucho menos a engañar.

Las 400 hectáreas del bosque de La Genestosa hay que conservarlas sí o sí. Este bosque que alberga en masa robles y manzanos silvestres centenarios es propiedad de la comunidad autónoma de Castilla y León, por ende es un bien público. Está incluido en el Espacio Natural de El Rebollar/Sierra de Gata y es un bosque virgen cien por cien, cruzado por caminos ancestrales de comercio entre Extremadura y la vieja Castilla y veredas de contrabandistas. En él nidifica el milano Real, albergando a su vez un dormidero para la especie, frecuentada por más de 50 ejemplares, algo que debe ser protegido y preservado por la administración actuante.

La contigua Reserva de Campanarios de Azaba, los LICs y ZEPAs de Las Hurdes y de Sierra de Gata en Extremadura, El LIC y ZEPA de Malcata en Portugal y el vecino Parque Natural de Las Batuecas/Sierra de Francia nos dan una idea de lo importante que es esta zona para la flora y la fauna.

Es además parte de una fuente inagotable de riqueza. La riqueza de un entorno privilegiado en lo natural, cultural, artístico-, que además es pasado, presente y futuro, pues este entorno es el que podemos ofrecer como parte de un motor económico sostenible que haga de nuestras comarcas zonas dignas de ser visitadas y vividas, respetando siempre su singularidad. Talar estos árboles y pretender cementar nuestros bosques es algo que destruirá ecosistemas, pero también el turismo, además de cientos de puestos de trabajo.

Es la hora de decidir y gran parte de los habitantes de El Rebollar lo tienen claro.