La situación de baja por ansiedad sufrida hace unos días por una de las empleadas de la mancomunidad de San Marcos propició que desde dicha agrupación se pensara en organizar una actividad para hacer frente a este tipo de situaciones, que empiezan a ser comunes en la vida laboral.

El taichi ha sido el método escogido en esta ocasión para serenar a los empleados y apartarles de cualquier estrés, nerviosismo, angustia y prisa del día a día. "El trabajo diario puede generar estrés y el desarrollo de un trabajo mejor y eficaz está fundamentado en el agrado y disponibilidad con la que el trabajador lo realiza", comentó Diego Alejandro Bermúdez, técnico de Prevención de Riesgos Laborales de la mancomunidad y promotor de esta iniciativa.

Sentirse bien para después poder llevar a cabo el trabajo diario con la mayor eficacia y libertad posible es lo que ha tratado de conseguir la Mancomunidad de San Marcos con la realización de esta actividad de desestrés , en la que han participado un total de 32 trabajadores de los distintos ayuntamientos de la agrupación.

Francisco Javier Becerro, uno de los participantes, asegura que la experiencia "ha merecido la pena y ha sido inolvidable" y añadió que las técnicas de relajación que ha aprendido "las pondré en práctica en el trabajo siempre que pueda", afirmó.

En práctica

Aprender a respirar, a relajarse, a estirar los músculos y hacer frente a situaciones que en numerosas ocasiones le exaltan a más de uno son algunas de las medidas que se han puesto en práctica en esta clase para empleados. Como complemento, la monitora experta en taichi repartió entre los trabajadores varias piezas de fruta y botellas de agua, "también hay que cuidar el interior", comentó el técnico de prevención, quien explicó que, ante tantas conferencias y charlas que se dan sobre el estrés y la ansiedad, "lo mejor es poner en práctica todos estos conocimientos y por eso pensamos en esta actividad".

Los empleados de la Mancomunidad de Municipios de San Marcos han quedado satisfechos y no dudarán en repetir esta experiencia antiestrés el año que viene. Todo un bálsamo a las tensiones de la vida cotidiana que, en ocasiones, pasan factura y obligan a buscar una salida que satisfaga las necesidades del corazón.