Se sitúa en los denominados Cuatro Lugares, muy cerca del Tajo, que le da riqueza y belleza en recursos naturales. Es zona de grullas, tal y como recuerda el dicho: En Talaván, si barruntas bulla, o talavaniegos o grullas. Sus primeros vestigios hay que situarlos en el primer milenio antes de Cristo, ya que existe un castro que estaba en un lugar de difícil acceso y rodeado casi en su totalidad por agua, lo que indica que sus pobladores buscaban un lugar especialmente indicado para la defensa.

En el año 1167, Fernando II de León conquista la villa y la fortaleza de Alconétar y la da a los templarios en recompensa por su eficaz ayuda. Por su privilegiada situación y las extensas y fructíferas tierras que caían bajo su jurisdicción en las que estaba incluida la villa de Talaván, los templarios hicieron a Alconétar cabeza de encomienda; una de las más pujantes y prósperas de las que poseyó aquella milicia en los riberos del Tajo. Al ser disuelta la Orden del Temple en 1312, la encomienda de Alconétar pasó a depender de la Orden de Alcántara. Esta villa fue conocida como Tealaban. Los vecinos de Talaván tenían derechos tanto sobre la labor como sobre los pastos de la dehesa Arroyo del Horno, verdadero nombre de esta finca que hoy en día se denomina Camacho.

De su patrimonio destaca la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción, construida entre los siglos XV y XVI y que consta de una sola nave, cuyos arcos de medio punto sostienen la techumbre de madera. La cabecera de la iglesia está cubierta con bóveda de crucería (siglo XV), en el XVI se añadiría la nave. Merece destacarse el coro de la iglesia.

LA FUENTE DE LA BREÑA

Se debe visitar la fuente de La Breña, situada en el casco urbano. Se trata de una fuente de la que no está claro su origen, pero que ha tenido una gran importancia en la población, debido al suministro de aguas de calidad que siempre ha proporcionado a los talavaniegos y que es muy admirada en todo el contorno. Por las calles de Talaván se pueden contemplar muchos elementos típicos, desde chimeneas hasta arcos que parece sirvieran de contrafuertes entre algunas casas.

En sus alrededores se puede acudir al Tajo, que sirve de frontera natural al término municipal. En este lugar nos encontramos con los riberos, zona de extraordinaria belleza formada por el encajonamiento del río. Junto al mismo encontramos la ermita de Nuestra Señora del Río, construida en 1971 debido a que la anterior ermita quedó sumergida bajo las aguas del pantano. Otra ermita, la de la Soledad, ubicada en lo alto de un cerro desde el que se puede observar el municipio, además de una vista impresionante con Monfragüe al fondo.