Victoria González es reflejo de una sociedad que ha ido cambiando en el transcurso de los años. Su particularidad --a la vez que su mérito-- es haber conocido tres siglos diferentes. Victoria González Sánchez nació en Navalmoral el 6 de marzo de 1899. Ante ella han transcurrido varias guerras, agitaciones sociales y revoluciones tecnológicas.

Siendo la mayor de 5 hermanos, Victoria no tuvo la oportunidad de asistir a la escuela y desde muy pequeña trabajó en el campo junto a sus padres para sacar adelante a la familia. Por este motivo su mente alberga recuerdos de todo tipo, menos de juegos infantiles. De esa etapa recuerda al municipio como un pueblo de noches tenebrosas, sin luz en las calles, con gentes que se alumbraban con un candil para orientarse.

BODA CON MAXIMINO

Vistoria se casó con Maximinio a los 27 años. Ella misma se hizo las enaguas y el pico, con un traje negro de guardapiés y un pañuelo. Para el convite se repartieron floretas y cristones y se mataron algunos borregos. Dada la precariedad económica de aquellos años no existió ningún opulento banquete, como no hubo viaje de novios. Todos sus hijos --dos mujeres y un varón-- nacieron con fórceps, a tirón y a dolor vivo, con las piernas atadas. El último lo llevaría muerto un mes en su seno.

La única vez que Victoria salió de Navalmoral fue a El Escorial, con su marido y sus hijos, para evitar las complicaciones de la guerra civil (1936-1939). En un carro, sin dinero ni alimentos y sin más indumentaria que la puesta iniciaron un obligado exilio que les llevaría por tierras españolas durante tres años. Salieron de Navalmoral sin nada y volvieron de la misma manera. Afortunadamente el suegro de Victoria González, que resistió la guerra en el municipio, había conservado algunos enseres. Tiempo después su marido falleció, cuando contaba 84 años.

A pesar de su edad, su mente es lúcida y su aspecto muy saludable aunque afirma tener algunos dolores. Preguntada que cómo se ha conservado tan joven, contesta con mucha convicción: "Siempre he trabajado mucho en el campo; y aquí me tiene usted, a estas horas todavía".