La lidia del toro del aguardiente finalizó ayer con un hombre de 31 años herido por asta de toro. El joven, de iniciales J. I. B. B., natural de la localidad asturiana de Arriondas, recibió una cornada en el hueco plopiteo de la pierna izquierda con trayectoria ascendente de 20 centímetros que produjo destrozo muscular, aunque sin afectación. Instantes después fue atendido en la enfermería de la plaza de toros portátil y tuvo que ser trasladado al hospital de Coria, donde se le intervino quirúrgicamente.

En cuanto al encierro de los seis novillos de Zalduendo, de la ganadería de Fernando Domecq, se desarrolló limpio y con rapidez. Tan sólo se registró un herido por contusiones, que recibió el pisotón de un astado. Los seis novillos, acompañados de cinco mansos, tardaron 2 minutos y 34 segundos en recorrer los 930 metros del itinerario del encierro. En principio estaba previsto que fueran de la ganadería de Fermín Bohórquez, pero a causa de la lengua azul fueron sustituidos por los Domecq, según informó Jesús Torero, responsable de la organización de los festejos taurinos de San Buenaventura.

SIN TROFEOS La novillada con picadores fue lo más aburrido de las fiestas, hasta ahora. Valentín Ruiz, que sufrió una cogida más aparatosa que importante, Miguelín Murillo y José M Lázaro se enfrentaron a un ganado de Alejandro Vázquez bien presentado, pero corto de fuerza. Alternaron banderillas de forma elegante a una y dos manos, pero demostraron que no saben matar y que les queda mucho por demostrar. No lograron trofeo.

Las fiestas concluyen hoy con encierro a las 13.00 horas, novillada a las 20.30, suelta de vaquillas y fuegos artificiales.