Esta localidad se sitúa a orillas del río Tralgas, abrigo de la sierra de los Angeles. Además de las masas de olivares, de las que se extraen el aceite con denominación de origen Gata- Hurdes, es importante señalar la producción apícola que existe, de donde se logra miel y polen muy apreciados. El término municipal se localiza en la zona montañosa comprendida entre la Sierra de Gata y Las Hurdes.

La actual población debió fundarse en la Edad Media y perteneció a la Orden de Alcántara hasta el siglo XIX, cuando se suprimieron todas las órdenes militares.

Su urbanismo es un tanto irregular y desordenado, con fuertes pendientes; predominan las viviendas de dos pisos, pero aún se puede contemplar antiguas viviendas adinteladas y alzadas a base de mampostería de pizarra.

IGLESIA PARROQUIAL

La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI, levantada con mampostería gruesa y reforzada con sillería en las esquinas, presenta una planta y ábside rectangular y dos portadas por las que se accede. La torre, emplazada en la esquina suroccidental de la iglesia, tiene una estructura prismática. En su base aparece una inscripción de origen romano que alude a un título funerario.

En el interior, el impresionante artesonado octógono de madera que reviste la cabecera, antes policromada en oro y rojo, constituye una de las excelentes armaduras de la época mudéjar atesorados en la comunidad extremeña.

El retablo mayor clasicista corresponde al siglo XVI y destacan las tallas de los cuatro evangelistas y la de Nuestra Señora de la Asunción, patrona de Torrecilla.

En una de las capillas permanece una efigie de la Virgen con el Niño del siglo XVI, en otra de las capillas, el Evangelista San Lucas del siglo XVII y en una última, la Virgen del Carmen. A su vez, la pila bautismal está decorada con arquillos en el borde.

A las afueras de la población, en un cerro, se encuentra la ermita de los Santitos, datado del siglo XVII, dedicada a los santos Marco y Marcelino, mártires a los que se les tiene una especial devoción.

Sobre el río Tralgas se sitúa la piscina natural de Torrecilla de los Angeles, muy bien equipada.

Sus alrededores invitan a conocer uno de los paisajes más completos de la región, que hace frontera con la comarca hurdana.

Torrecilla de los Angeles mantiene su apego a la tierra, la cultura tradicional de sus gentes conserva las prácticas de una agricultura heredada de la antigüedad a la hora de elaborar una rica gama de productos agroalimentarios. Los principales exponentes en la producción del municipio son, entre otros, el aceite de oliva virgen, el vino, los quesos, las carnes, la miel y el polen.