El Ayuntamiento de Torremenga ha segregado ocho hectáreas de la dehesa boyal --"dieciocho mil metros cuadrados, de los que ya están ocupados seis parcelas"-- que han sido cedidas por el consistorio a seis jóvenes "que las han plantado de frambuesas y arándanos" en explotaciones bajo invernaderos, según ha declarado a EL PERIODICO el alcalde del municipio, Pablo Elena.

El agua para los nuevos cultivos de la dehesa boyal torremengueña será bombeada desde el embalse que construyó en su día el ayuntamiento con el apoyo del antiguo Iryda. Con capacidad para regar 115 hectáreas, las obras costaron 420.000 euros.

El edil catalogó la puesta en marcha del proyecto como "muy positiva a la hora de crear puestos de trabajo" y considera que "es una alternativa económica para seis familias" en tiempos que se presentan realmente difíciles para el sector tabaquero de la zona.

Pablo Elena señaló que "hay más terrenos que pueden ser utilizados en el futuro para este mismo fin" en un lugar aledaño a donde se encuentran ubicadas las parcelas actuales.

Asimismo, agregó que las seis parcelas están ubicadas en una zona de la dehesa boyal carente de arboleda con el fin de que el impacto ambiental quede reducido a la mínima expresión.