Su torre fue quemada en las guerras civiles de la Baja Edad Media, cuyo nombre hace alusión a la torre que se aprecia en un promontorio dentro del casco urbano. Actualmente se encuentra en estado ruinoso, pero refleja la grandeza señorial de otra época.

El pueblo se asienta sobre unos terrenos en los que prolifera la fauna y la flora más apreciada y representativa del monte mediterráneo, que perviven aún inalteradas gracias al uso extensivo que se hace del territorio y a figuras de protección y conservación, de la Zepa de los Llanos.

De su patrimonio sobresale su iglesia parroquial, de estilos renacentista y barroco de los siglos XVI y XVII, dedicada a San Esteban y que fue restaurada en el siglo XVI. Su joya arquitectónica es la ermita gótico-mudejar y barroco, de los siglos XIV-XV y XVII, de Nuestra Señora del Salor.

Esta es quizás una de las ermitas más visitadas de la comarca, puesto que es el lugar donde varios municipios de la zona celebran cada año sus romerías. Se encuentra a poca distancia de Torrequemada que forma, junto con Torremocha y Torreorgaz, lo que se conoce popularmente como la Carretera de Las Torres .

PATRIMONIO Y FAUNA

La ermita debió comenzarse en el S. XIII, casi inmediatamente después de la reconquista del territorio --las primeras noticias que tenemos datan de 1229, al ser citada en el Fuero de Cáceres--, y se relaciona con una fundación templaria. Se trata de un edificio de mampostería, sillería y ladrillo. Consta de tres naves, de las cuales dos se conservan en pie, siendo sus bóvedas de aristas y su estilo gótico-mudéjar, de los siglos XIV y XV, tal y como demuestran sus arcos de medio punto transversales y apuntados.

Lo más interesante pueden ser sus pinturas murales al fresco que se conservan en tres paneles: Jesús camino del Calvario, y tres escenas de la Vida de Cristo. Asimismo, en una de las partes de los arcos fajones, aparece una decoración pictórica con motivos florales y geométricos.

Los amantes de las aves y la fauna en general también pueden disfrutar de un lugar único amparado bajo la figura de Zona Especial de Protección de Aves: Los Llanos de Cáceres. Esta amplia zona, protegida por directiva europea, abarca los términos municipales de Cáceres, Torremocha, Torreorgaz, Torrequemada y Aldea del Cano. Se trata de una llanura pseudoesteparia y con matorrales donde campan a sus anchas especies como la avutarda, el sisón, el alcaraván, la ganga común y la ortega; que se ven acompañadas de aves rapaces, como el alimoche, el águila culebrera y perdicera, el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, los milanos real y negro, y el búho real.