Lágrimas y devoción se entremezclaron un año más en las fiestas de las Carantoñas que los acehucheños celebran por estas fechas en honor a su patrón, san Sebastián. Ayer, el buen tiempo ayudó y motivó a que desde primera hora de la mañana cientos de personas de distintos pueblos de la comarca del Valle del Alagón se unieran a los vecinos del pueblo para festejar los actos que la Cofradía de San Sebastián ha organizado para estos dos días con un presupuesto de unos 10.000 euros, según confirmó su presidente, Pedro Durán. "Tenemos que servir al santo de la manera más grande que podamos y trabajar todos para que las fiestas se mantengan", comentó.

La música al ritmo del tamboril sonaba ya a primera hora de la mañana de ayer mientras las fieras, en torno a unas cuarenta, comenzaban a asomar por las calles del pueblo ante la alegría de los acehucheños y el asombro de algún que otro foráneo. Una fiesta ambientada con el colorido que unas 200 mujeres regaoras , ataviadas con los trajes típicos del pueblo, se preparaban con sus cestas llenas de confeti para agasajar al santo. "Nuestra función es acompañar al santo, lanzarle vivas y confeti", explicó ayer Isabel Valle, una acehucheña que con 24 años recuerda que con tan solo 4 años ya comenzó a ejercer de regaora . Junto a ella, se encontraba Lucrecia Lorenzo, que también comenzó a participar de manera activa en la fiesta desde muy pequeñita. Ayer, un año más volvió a vestir sus enaguas, pañuelo, mandil, faldillera y demás complementos del traje típico que guarda para la mejor ocasión. "Lo que se siente es inexplicable", confesó.

MUCHO RUIDO Y DULCES La salida de la iglesia del santo, san Sebastián es festejado por todo lo alto por los acehucheños. De hecho, entre ayer y hoy se lanzarán al aire un total de 400 docenas de cohetes y 800 cartuchos, éstos últimos de manos de los propios escopeteros. Mientras tanto, miembros de la cofradía y vecinos disfrutan de la oportunidad de llevar sobre sus hombros las andas del santo por las calles y avenida del pueblo hasta las casas de los mayordomos.

Ayer jueves, le tocó el turno a Felisa Durán, que delegó la LOA a un sacerdote. "Yo soy mayordoma, pero no es por promesa, sino porque quiero abrirle las puertas al santo y por eso he querido que sea el sacerdote de Cáceres, Francisco Neila, el que lea la LOA", comentó frente a su casa con un balcón totalmente decorado e instantes antes de que el santo saliera de la iglesia. "Este momento que viene ahora es con el que más me emociono", confesaba al mismo tiempo que no podía retener sus lágrimas. Por otro lado, la parte dulce de la fiesta la pondrán unas 600 floretas y perrunillas, entre otros dulces típicos del pueblo.

Hoy viernes, con Luciano Macías como mayordomo, la jornada volverá a comenzar a las seis de la mañana con la alborá, seguidamente se ofrecerá un desayuno de migas con café y llegará la aparición de las Carantoñas por las calles del pueblo. También habrá misa, procesión y la salida de la Vaca-Tora. El programa se cerrará con una degustación de dulces típicos y vino de la tierra para todo el pueblo en el polideportivo municipal. Sobre el origen de la fiestas, según algunos vecinos, no se conoce del todo, ni tampoco el origen de sus personajes. Unas opiniones tratan de clarificar sus inicios en el aspecto religioso y otros en el pagano. Aunque, sobre san Sebastián, otros vecinos aseguran que fue un soldado cuya vida transcurrió desde finales del siglo III y principios del IV, condenado al martirio por no renegar de su fe cristiana.