La diferencia de opiniones sobre el que hasta el domingo era el párroco de Belvís de Monroy y de Casas de Belvís aún se mantiene entre los vecinos, a pesar que el sacerdote, Antonio Romero, ha sido trasladado por el Obispado de Plasencia a una iglesia de Trujillo. Como ya informó este diario, la defensa y rechazo de Romero, cuya gestión económica dividió a los vecinos, llevó a iniciar una guerra de pancartas tanto para pedir su expulsión como para defender su permanencia hace unos meses.

La decisión ha generado, como entonces, defensores y detractores. Según las opiniones recogidas ayer por EL PERIODICO EXTREMADURA entre los residentes de estos municipios, la mayoría de los consultados coincidió al criticar la actitud "soberbia" de Romero. "Problemas ha habido y gordos", aseguró una vecina de Casas. Otra residente de la localidad dijo que se ha tenido que ir porque, en su opinión, la gente "no estaba conforme. Ha hecho cosas como gastar dinero en algo que no es de provecho", dijo.

Romero ha sido sustituido como párroco titular de las iglesias de Santiago Apóstol y San Bernardo por David Calderón, un sacerdote de 33 años, natural de Navalvillar de Pela, quien tomó posesión de su cargo en un acto celebrado el domingo en ambos edificios religiosos. La llegada del nuevo cura ha sido acogida con expectación por parte de los fieles. Este diario intentó ayer localizar a David Calderón, pero se encontraba de viaje. El nuevo sacerdote tiene previsto mantener una reunión con sus feligreses hoy, según señalaron ayer algunos vecinos.