Hace 30 años se hablaba de minusválidos, hoy es recomendable usar el término persona con discapidad. Este simple ejemplo de la evolución del vocabulario deja patente cuánto se ha avanzado en la integración y cómo ha sido el camino que ha recorrido la Asociación de Minusválidos del Campo Arañuelo (AMCA) desde que se fundara allá por 1969. Echar un vistazo a las imágenes de aquellos años muestran que la lucha continúa, porque su presidente sigue siendo el mismo, Antonio Redondo.

¿Por qué no habéis celebrado esta efeméride? Es pregunta obligada. "No estoy a favor de celebrar las cosas, el mejor acto es el día a día", contesta sin titubear Redondo. De hecho, 30 años después de su fundación AMCA pasa uno de los momentos más difíciles de su dilatada vida. Desde hace casi un año la empresa Sendal no les suministra el material para fabricar goteros, principal actividad de 80 de sus trabajadores por problemas con una licencia.

Con dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) temporales de por medio, Redondo adelantó hace unos días que la Agencia Española del Medicamento dará el visto bueno a una máquina de Sendal y todo se resolverá. Todo volverá a ser como antes. Porque la elaboración de goteros es una de las actividades principales de AMCA, con la que lleva empleando a discapacitados desde los años 80.

Fue concretamente en el 87 cuando crearon el Centro Especial de Empleo, el buque insignia de la asociación, el primero de la provincia de Cáceres y el número dos de toda la región; también el más grande, "si no fuera por el ERE", matiza Redondo. Además de los trabajadores de los goteros, la asociación, que cuenta con unos 1.300 socios de toda la zona del Arañuelo, Los Ibores y La Jara, emplea a otras 30 personas con discapacidad en labores como transporte, pintura, vigilancia de zona azul y personal de oficina.

Lejos quedaron aquellos tiempos en los que contaban con 15 socios, en los que había que pagar unos cuantos duros como cuota de socio (hoy es gratis pertenecer), las diferentes sedes y labores peculiares como el videoclub. "El objetivo inicial era hacer un censo. No sabíamos entonces ni lo que era un minusválido, siempre han sido personas muy protegidas por su familia y esa sigue siendo mi lucha hoy. Tenemos que estar preparados para competir", finaliza Redondo.