La Vera se viste de fiesta cada siete de diciembre por la noche. Tres pueblos de la comarca, Aldeanueva, Jarandilla y Madrigal, celebran con regocijo la víspera de la Purísima Concepción. Aunque existen variantes entre los tres festejos, hay un denominador común, que viene dado por la lumbre y la veneración a la Virgen, especialmente en las dos primeras localidades.

Aldeanueva, por empezar el recorrido de este a oeste, engalana cabalgaduras y jinetes vestidos de blanco, en una procesión que empieza a partir de las siete y media de la tarde, hora en la que el cura párroco entrega al capitán el estandarte de la Virgen. Inmediatamente se inicia una procesión mariano por las principales calles del pueblo, alumbradas con antorchas colocadas en lugares estratégicos de la via pública, y la luz que desprenden las múltiples hogueras, en torno a las cuáles se cantan viejas canciones, al tiempo que se degustan licores y viandas.

ESCOBAZOS Siguiendo el trazado de la Ex-203, conocida popularmente como carretera de La Vera, enseguida aparece Jarandilla, dando la sensación a lo lejos de que la parte antigua está en llamas, desde que la oscuridad de la noche, se apodera de la luz del día. Son Los escobazos , fiesta declarada de Interés Turístico Regional. Los culpables de la citada visión lumínica son los miles de personas que en el interior del casco urbano portan escobas encendidas, además de las múltiples lumbres que arden en cada plaza.

La procesión con el estandarte de la Purísima comienza a las nueve de la noche. Más de treinta caballerías recorren a partir de ese momento las calles del pueblo, en un itinerario que incluye el barrio de la Moraleja. Las canciones alusivas a la concepción de la Virgen Maria y los esfuerzos realizados "por venirte a ver, rodando como un troncón", se prolongarán hasta que lleguen las primeras luces de la mañana del día ocho.

Por último Madrigal, ubicada en el límite de Extremadura con la Comunidad Autónoma de Castilla y León, celebra Las luminarias , hogueras en torno a las que se reúnen los vecinos para cantar, bailar y degustar productos y platos típicos de la época. Aprovechan la lumbre para purificar" puertas y trastos viejos, quemándolos.

Por último, La Vera celebra en la noche de hoy, siete de diciembre, tres fiestas dignas de ser vividas, arropados por la amabilidad de sus gentes.