El viajero cree que la historia se ha parado en este cerro de canchales, una impresión que nos trasmite esta ciudad que eleva, orgullosa y vigilante, sus torres y ruinas recortadas al cielo. Esta localidad extremeña ha escrito una parte importante de la historia extremeña y americana. Hace dos milenios ya estaba aquí. La historia la ha plagado de pueblos y culturas y de episodios que se narran en los libros: paso obligado entre la Meseta Occidental y las cuencas del Guadiana y Guadalquivir y posada de pueblos arcaicos (Ligures, Cempsi, vettones, pueblo de estirpe celta que colaboró con Viriato en su lucha contra los romanos). Todos los pueblos han ido moldeando el actual nombre de la ciudad: Turaca, Turgalium, Taryala, Truxiello... Trujillo.

Tierras pardas, fácilmente erosionables de grandes pastos en zonas graníticas, la comarca está dividida por llanos y sierra dividen donde no faltan zonas de valle y regadío. El sustento de la actividad económica ha sido la agricultura y la ganadería, aunque cada vez va aumentando el sector servicios, gracias al turismo, que se convierte en uno de los pilares importantes de la economía trujillana, atrayendo al visitante con citas como la feria del queso o la Semana Santa y la fiesta del Chíviri (de interés turístico regional), el Domingo de Pascua.

En el sector industrial, la construcción ocupa un lugar destacado, mientras que el resto son industrias de tipo familiar relacionadas con la agricultura y la alimentación. Sobre ellas, por su volumen de trabajo, destacan la sala de despiece y cura de jamones de la marca Navidul o Citex, dedicada a la generación de componentes electrónicos.

Las tierras trujillanas se dedican al olivo, a los pastos y dehesas de encinas abonadas por rebaños de ovejas y cerdos ibéricos, muy diferentes a los regadíos de la zona sur de la comarca.

PRESENTE CON HISTORIA

Trujillo nos invita a caminar, paso a paso, con mucho sosiego, despreocupadamente cómodos y nos pide tiempo, pues las horas no tienen importancia. Sus almenas, palacios, iglesias y casas solariegas configuran con su recuerdo la semblanza de esta villa, la armonía y adaptación a este lugar de berrocales piedra labrada sobre la propia roca.

Turismo y gastronomía son ahora el motor importante de la ciudad. Es Trujillo: un centro de encuentro entre razas y culturas edificado sobre el cerro Cabezo de Zorro para dominar en llano unos límites que están rayados entre el Tajo y el Guadiana.... Una ciudad, en difinitiva, abierta, clara, confortable, una hermosa ciudad medieval, paso obligado para quienes desean conocer la historia la Extremadura que comenzó aquí y terminó en América.