La casa de cultura de Coria se convirtió ayer en un edificio repleto de goteras y humedades. El motivo no fueron tanto las intensas lluvias, sino el estado en el que se encontraban algunos de los canalones del tejado del edificio. Responsables municipales explicaron ayer que la cubierta de la casa de cultura no tiene roturas, sino que las humedades y goteras se han producido por el atasco que sufren algunos de los canalones por "pelotas de tenis que tiran los jóvenes".

La sede de Unicef que se encuentra en la parte más afectada del edificio sufrió importantes goteras que destrozaron el material del local: ordenador, impresora, fax y teléfono, así como libros, informes y obsequios de Unicef. La asociación se ha trasladado temporalmente a la Calle Carros, número 1.