Pasear por las calles y leer los letreros con sus nombres, o escuchar a los vecinos de Valverde del Fresno es como estar en un lugar extraño. Esta sensación, sin embargo, dura poco, ya que enseguida el viajero se da cuenta de que está en un pueblo extremeño, aunque con un habla muy peculiar: el valverdeiro, dialecto que comparte, aunque con algunas variaciones, con Eljas y San Martín de Trevejo. En la primera localidad se entienden con el lagarteiro, y en la segunda, en mañego. Al conjunto de estas hablas se le llama A fala, que la Junta ha declarado Bien de Interés Cultural.

Esta localidad de frontera, conforma, junto a Eljas y San Martín, lo que los lugareños denominan os tres lugaris , enclavados en la sierra de Gata y en el llamado valle de Jálama (o Val de Xálima).

Bañada por las aguas del Eljas, su terreno es muy distinto, ya que contrastan los llanos que la rodean con las sierras. En estas elevaciones el sistema central se mezcla con la sierra de la Estrella portuguesa, país con el que hace frontera, por lo que su cercanía con Portugal marca buena parte de su vida y de su historia.

PRODUCTOR DE ACEITE DE OLIVA

En su término municipal abunda el roble, junto a encinas y alcornoques, el fresno y el brezo, los helechos y la jara. Muchos pinos y sobre todo enormes extensiones de olivos, de donde sale uno de sus tesoros, el aceite de oliva, que cuenta con la denominación de origen Gata- Hurdes, producto que los valverdeños llaman aceite de oro y que obtienen de la varieda manzanilla cacereña.

Su verdadera comercialización se ha iniciado hace poco tiempo, ganando cuotas de mercado por ser una aceite muy apreciada por sus características organolépticas de frutados, dulces y almendrados con un color entre amarillo verdoso claro al amarillo pardo más apagado. Junto al aceite no hay que olvidar la elaboración de otros productos como la miel que en estas tierras se realiza de manera artesanal. Se puede encontrar miel de brezo, de tomillo, mil flores, de eucalipto o polen.

De su patrimonio histórico sobresalen la parroquia de nuestra señora de la Asunción, que comenzó a construirse en el siglo XV y que no llegó a terminarse.

Retomando su peculiaridad lingüístisca, destacar que es la primera lengua que se aprende en el hogar desde hace más de 700 años, mientras que sobre sus orígenes se dice que podría proceder del astur leonés, aunque hay quienes defienden que podría haber venido de la mano de repobladores gallegos e incluso del portugués. Todas estas características unidas en una zona de gran belleza la han convertido en uno de los destinos turísticos de más auge en Extremadura.