A Ricardo Luengo, un aragonés de 44 años, que llegó a la localidad verata de Torremenga hace 12, le cambió la vida en el mes de julio de 2002, concretamente el día que tuvo un percance con la moto, lo que hizo que los médicos se vieran obligados a amputarle la pierna izquierda, por encima de la rodilla. En esa misma fecha además se produjo su separación matrimonial. Este hombre de 44 años lucha ahora para conseguir una pierna ortopédica que le permita «hacer una vida normal”. La prótesis que le pusieron cuando tuvo el accidente tuvo que dejar de utilizarla, cuando engordó, llegando a pesar ciento ochenta kilos. Ahora, tras someterse a la correspondiente cirugía asegura que pesa «unos ochenta», por lo que la prótesis no le vale, «además de estar hecha teniendo en cuenta que los vientos que se registran en Zaragoza, suelen ser de más intensidad que los reinantes en la comarca de La Vera».

Por los motivos apuntados, Ricardo Luengo necesita que le sea aplicada una nueva pierna ortopédica, que vale seis mil euros. Ante la carencia de esta cantidad, arropado por unos cuantos amigos, ha iniciado una campaña de recogida de tapones en los municipios de Torremenga y Jaraíz. «A otros pueblos más alejados no puedo ir porque entonces me cuesta más el viaje que lo que me dan por los tapones», explica.

Para que la empresa a la que entrega este tipo de cierres haga frente al pago de la nueva prótesis debe contar con «unos veinticinco mil kilos» de tapones. «A unos mil kilos por saca». Ya tiene lleno un recipiente de estas características.

Son varios los establecimientos de Jaraíz y Torremenga que se han ofrecido para recoger los tapones. «También tengo un número de cuenta en el Banco Santander. Yo lo que quiero es sentirme útil, coger cerezas, repelar tabaco y serle útil a la sociedad».

Por último tiene palabras de agradecimiento para las personas que le están ayudando en su batalla.