Los vecinos afectados por las expropiaciones de los terrenos del tramo de la Autovía de la Plata esperan cobrar las indemnizaciones de sus tierras antes de que las obras se inauguren, de lo contrario amenazan con manifestarse el día de la apertura y realizar cortes.

El importe que el Estado adeuda a estos vecinos es de más de tres millones de euros, cuya deuda data de 1998.

Los afectados cuentan que, "ya no podemos aguantar más, nos hemos quedado sin las fincas e incluso hemos tenido que comprar otras en otro lado para poder continuar con nuestras profesiones, pero todo a base de préstamos", indicaban ayer varios agricultores. "Reconocemos que la autovía es muy necesaria, pero antes de quitarnos las tierras deberían haber pagado para que nosotros con ese dinero hubiéramos tenido opción a invertirlo en otros negocios, y no solicitando préstamos sin necesidad", indica uno de los afectados.

El alcalde, Dionisio Castillejo, explica que, "todos los días estamos llamando a la Administración central para solicitar el pago, pero no hay forma. En caso de que decidan realizar corte, yo como alcalde les apoyaré y secundaré las protestas del vecindario".

Por otro lado, la alcaldía también insta a Fomento a que repare algunas de las anomalías que hay en la población, sobre todo el encauzamiento de la Garganta Buitrera, "ya que al hacer el puente, las aguas mal encauzadas han anegado varias fincas".

En este sentido, Castillejo afirma estar bastante conforme con las obras anexas a la vía, tales como caminos, pasos de animales o canales de riegos, obras que se han creado nuevas al hacer la autovía.

Por otro lado, tanto el alcalde como los vecinos todavía no asimilan el trazado, y lo califican "poco acertado" y de un "gran impacto medioambiental".

Pero ahora, lo que más les preocupa, es cobrar el dinero de las expropiaciones e invertirlos en otras tierras para poder vivir.