Sólo 1.000 extremeños pueden presumir de vivir en la octava obra de arquitectura más importante de la España del siglo XX. Los afortunados son los habitantes del poblado de colonización de Vegaviana, situado a cinco kilómetros de Moraleja, que en estos días celebran sus fiestas en honor a la Virgen de Fátima y San Isidro Labrador, patrón de los trabajadores del campo y también de esta localidad eminentemente agrícola.

"Son unos días muy especiales para los vecinos del pueblo, que hacen un paréntesis en las tareas del campo para disfrutar de los festejos", señaló ayer el alcalde de Vegaviana, Juan Caro, al finalizar la multitudinaria misa y procesión en honor a la Virgen de Fátima, en la que participaron algunos de los primeros colonos que llegaron a la localidad en el año 1955, desde zonas como Aliseda o Los Cuatro Lugares. "Los primeros pobladores de Vegaviana también tendrán su reconocimiento en una emotiva fiesta que preparamos para el mes de agosto", recordó Caro. Ahora la comarca disfruta de los festejos de mayo en los que no falta la popular lidia de reses bravas al estilo tradicional. Esta misma tarde, a las 19.00 horas, el programa de actos prevé la suelta de un toro y una vaquilla para los valientes, como manda la costumbre en las fiestas de los pueblos de esta zona del norte de la provincia de Cáceres. Pero en Vegaviana no todo son toros. Los vecinos guardan celosamente la temática de las carrozas que este año desfilarán en la mañana del domingo. "Sabemos que hay más de una que recordará el medio siglo de vida de la población", se atrevió a avanzar el alcalde.