La mayoría de las veces, las cigüeñas son los verdaderos enemigos de las grandes compañías eléctricas. De hecho, estas aves son la causa de muchos los apagones que los pueblos sufren a lo largo del año. Para buscar una solución a todo esto, hay quien ya piensa en utilizar al propio enemigo para vencerlo. Una empresa suministradora de energía eléctrica ha solicitado a Leandro Fernández, cerrajero de Riolobos, el presupuesto de lo que valdrían 500 veletas con el diseño de una cigüeña.

Este artesano cree que una cigüeña espanta a otras y por ello la empresa suministradora, de la que no supo desvelar el nombre dado que el encargo se ha hecho a través de un intermediario, pretende evitar la formación de nidos y así garantizar el suministro a sus clientes evitando cualquier corte de luz. El destino de estas 500 veletas serían los postes de luz, aunque aún se desconoce en qué zona se instalarán si al final la iniciativa sale adelante.

Por si acaso, Leandro Fernández ya ha enviado el presupuesto. Cada veleta cuesta 50 euros por lo que la compañía interesada deberá abonar 25.000 euros. Además, el artesano de Riolobos ya ha pensado en el diseño. "Las haremos más simples que las tradicionales ya que para el tendido eléctrico no es necesario que las veletas lleven los puntos cardinales como las que tradicionalmente hacemos", señaló. Un mástil pequeño y unas abrazaderas con las que colgar la cigüeña al poste de luz son los únicos elementos que llevará cada veleta.

Leandro Fernández aseguró que esta idea es efectiva y sus magníficos resultados ya se han comprobado en las ermitas de Casillas de Coria y Montehermoso sobre las que hay instaladas una veleta con el diseño de una cigueña.

Por todo el mundo

Leandro Fernández ha extendido las veletas por todo el mundo durante 40 años. De hecho, tiene clientes en Argentina, Alemania, Francia, Inglaterra y Suiza. "En estos países no se instalan sobre los tejados de las casas, sino en los jardines", señaló. En España, no hay una sola comunidad autónoma que no tenga una veleta de Riolobos. "En Galicia nos solicitan la veleta con forma de bruja", comenta. Hasta los Príncipes de Asturias tienen en su casa una veleta en forma de barco. "Cuando vi la casa del Príncipe lo primero que pensé fue que le faltaba una veleta y se la mandé".

Con el paso de los años los diseños se han ido modernizando y hasta el método de hacerlas. "Antes las trabajábamos con muchos cortes a mano y con un trozo de máquina que no valía prácticamente para nada e incluso con una tijera de cortar la chapa, pero ahora ya utilizamos un plasma para cortar el hierro. Ahora con los medios más modernos podemos hacer las veletas en menor tiempo y también queda más perfeccionada", aseguró.

Además ya se hacen desmontables para que viajen al extranjero sin dificultad. Leandro Fernández se ha jubilado recientemente, pero sus clientes no deben preocuparse ya que su hijo, Juan, ha cogido el testigo de esta tradición que permitirá seguir vendiendo veletas por todo el mundo.