Las gargantas de La Vera, que se encontraban con sus cauces secos desde hace varios meses, debido a la sequía que durante casi un año ha azotado a la zona, en la tarde de ayer se encontraban aportando agua al río Tiétar. Algunas como la de Cuartos y la Carava lo hacían en cantidades bastante apreciables, favorecidas por los chubascos que cayeron a lo largo de la mañana y la tarde.

Por otra parte el agua ha venido a paliar la mala situación por la que estaban atravesando los árboles de secano, entre los que se encuentran principalmente, olivos, castaños y robles, sin olvidar algunos cultivos que llevaban varias semanas sin regarse por falta de agua, tanto en el pantano de Rosarito como en los cauces de la zona.