En la comarca verata y en las estribaciones de la sierra de Gredos, las tierras de Viandar deben toda su belleza a la orografía especial que proporciona la montaña, como la sierra de Martinejos, de más de 2.000 metros de altitud o la Loma de Cumbre que riegan sus suelos con el agua de las gargantas que desembocan en el río Tiétar. Su paisaje está lleno de castañares, robledales, alcornoques, matorrales de brezo, madroñeras o tojo.

En sus tierras se han hallado restos arqueológicos de comienzos de la Edad del Hierro, seguramente un castro Vetón, localizado en un yacimiento situado en plena montaña, donde hay restos de lo que pudiera ser una muralla defensiva. Junto a este castro se encuentra El Tinajón, una peña hueca de tres metros cúbicos de capacidad donde, dicen los antiguos, hubo una colmena.

Al recordar su historia, hay que señalar que en el medievo fue señorío de Valverde concedido por el rey Sancho IV, estatus que luego confirmó su hijo Fernando IV El Emplazado a comienzos del siglo XIV a la familia de Nuño Pérez de Monroy, abad de Santander. Posteriormente, en la mitad del siglo XV, pasa a manos de los Zúñiga, condes de Nieva, hasta obtener el título de villa que se guarda en un pergamino firmado por el Rey.

EDIFICIOS DE INTERES

De su arquitectura se conserva la picota, prueba del poder y domino de los Zúñiga, que se levanta en la carretera que va a Talaveruela. Es una sencilla columna de piedra coronada por cuatro cabezas humanas y timbrada con el escudo de la familia.

No obstante, su monumento más importante es la parroquia de San Andrés Apóstol construida en el siglo XVI con una elegante fachada y un retablo del XVII. Sus edificios religiosos los completa la ermita de San Sebastián.

Además, en la fachada de su ayuntamiento, que es del siglo XIX en sus partes esenciales, aparece otra vez la familia de los Zúñiga con un blasón que figura en la misma, rematada por una torre metálica neoclásica que cobija la campana y el reloj.

Dentro de la arquitectura popular se pueden admirar algunos ejemplos de viviendas entramadas de dos o tres plantas con curiosos balcones de vértigo y salientes aleros de madera.

Como toda la comarca de la Vera, Viandar ofrece infinidad de posibilidades turísticas, pues está en la zona de más vegetación de Extremadura y del centro peninsular, donde la naturaleza es pródiga y los paisajes esplendorosos. Viandar es un lugar idóneo para practicar turismo de naturaleza, con el agua como principal elemento. Otra sugerencia, por sus escarpados caminos, es realizar actividades de senderismo y rutas a caballo o bicicleta.