Es el municipio más alto de la comarca gateña, emplazado en un quebrado valle al suroeste de la sierra de Jálama. Sin embargo, esta localidad no conserva la fala , el habla característica de tres pueblos del valle. Son muy importantes los vestigios romanos que se han descubierto en la zona, epígrafes, estelas funerarias o el ara votiva dedicada al Dios Salamati, máxima divinidad venerada por los habitantes de aquella época.

Villamiel resurge durante el siglo XIII al resguardo de la encomienda del castillo de Trevejo, pedanía que aún se conserva. Entre los antiguos quiebros y recovecos de sus calles descubrimos el palacio del Deán José de Jerez del siglo XVII, residencia noble levantada a base de sillería, con vanos adintelados y un bello escudo. En calles como Soledad, Colón o Muralla, observamos el encanto popular del municipio.

La iglesia de Santa María Magdalena es un edificio amplio de planta rectangular, elevado a base de mampostería y sillería. A finales del siglo XVI y principios del XVII se construyó el templo, posiblemente, sobre uno primitivo. De las dos portadas, la más relevante es la de los pies, con un arco de medio punto y decorado con molduras y pilastras toscanas. Son muy curiosas las inscripciones que se pueden leer en uno de los muros laterales del exterior de la iglesia. La torre tiene unas esbeltas proporciones prismáticas, rematada con una espadaña clásica de cantería y un vano de medio punto con frontón triangular.

El interior está ordenado en una única nave que antes estaba cubierta de madera. Su retablo mayor pertenece al estilo barroco del siglo XVIII, y lo preside la talla de Santa María Magdalena, patrona del pueblo y escoltada por San Juan Bautista y Santa Bárbara. En una capilla reside San Pedro Celestino, patrón del pueblo, que lleva en la mano un pequeño relicario.

Como ermitas destacar la de la Piedad, antes era la de San Sebastián. Está enclavada en lo alto de la localidad. Su retablo mayor es puramente clásico del siglo XVIII. La Virgen de la Piedad está guardada en un camarín. El retablo del Nazareno está presidido por la imagen del Santo Cordero escoltado por San Sebastián y San Roque. La otra ermita, la de la Soledad guarda la imagen de la Virgen de la Soledad y una efigie del Cristo Yacente.

La localidad posee también una emblemática plaza de toros.

Villamiel, como el resto de la comarca de Gata, invita a sus visitantes a realizar senderismo y conocer sus bellos paisajes y recursos naturales. Asimismo, les invita a degustar sus excelentes productos típicos, que algunos cuentan con la denominación de origen, como el aceite de oliva virgen extra "Gata- Hurdes".