Definitivamente la cabalgata de La ¡Viva!, ¡Viva!, se consolida en Aldeanueva de la Vera como una de las múltiples fiestas con atractivo que presenta el calendario verato.

Buena prueba de ello fueron los varios miles de personas que llenaron las calles del casco antiguo, especialmente en el entorno de la iglesia parroquial.

Allí se congregaron para presenciar la evolución de las 20 caballerías, varias de ellas llegadas de Cuacos de Yuste y Jaraíz, que acompañadas por los sones del tamboril y la flauta, participaron en la procesión, en la que desde tiempo inmemorial el ´Capitán´, jinete que abre la comitiva, lleva el estandarte de la Virgen.

En todas las plazas y barriadas del pueblo había encendidas grandes hogueras, en torno a las cuales ´mataban´ el frío de la noche los vecinos más próximos, que a la vez ofrecían a jinetes y acompañantes, buñuelos, panceta asada, donada por el consistorio, vino y otras viandas.

Pasaban unos minutos de las 20.00 horas cuando el sacerdote entregó al capitán el estandarte de la Purísima Concepción en medio de cánticos y vivas a la Virgen, poniéndose en marcha la comitiva caballeresca que recorrió varias calles de la parte antigua, iluminadas para la ocasión con antorchas.

FIESTA CONSOLIDADA

Por su parte, el alcalde, José Antonio Gargantilla, aseguró que "La ¡Viva!, ¡Viva! está ya perfectamente consolidada", mostrándose satisfecho "del auge que ha alcanzado en los últimos años", tras ser rescatada del olvido.

Por último el primer edil señaló que han sido precisamente las peculiaridades que encierra La ¡Viva!, ¡Viva!, las que han llevado al ayuntamiento que preside a solicitar de la Junta de Extremadura "que sea declarada de Interés Turístico Regional".