Pese al mal tiempo reinante y a las bajas temperaturas que se vienen registrando en toda la comarca durante los últimos días, los vecinos de Aldeanueva de la Vera vivieron anoche con intensidad la singular fiesta de la ¡Viva!, ¡Viva!, que tiene lugar cada siete de diciembre.

Jinetes vestidos de blanco, con mechones encendidos, y el estandarte de la Purísima Concepción recorrieron las calles del pueblo acompañados por los sones del tamboril y la flauta, mientras los vecinos se reunían en torno a las hogueras que encendieron en las diferentes barriadas de la localidad. De esta manera lograron ahuyentar el frío y dar buena cuenta de viandas, vinos, licores y dulces, preparados para la ocasión.