La localidad cacereña de Torrecilla de los Ángeles se volverá a convertir el Jueves Santo en una pequeña Jerusalén, donde 150 vecinos ataviados con vestimentas de la época recrearán la Pasión de Cristo.

El espectáculo, al que el año pasado acudieron 5.000 visitantes, alcanza este año su XXVII edición.

A la presentación del cartel de la representación del autosacramental han asistido el diputado de Cultura, Álvaro Sánchez Cotrina; la alcaldesa de Torrecilla de los Ángeles, Mónica de Cáceres Rubio; y el director de la obra, José Luis Bravo Matías.

Bravo orquesta un año más la escenificación por las calles y plazas de Torrecilla de los Ángeles, un municipio cacereño que se ubica entre la Sierra de Gata y Las Hurdes.

Unos 150 vecinos actuarán en esta obra colectiva sobre la adaptación que de los textos bíblicos realizó en 1987 el cura párroco de la localidad Andrés Pulido.

Torrecilla de los Ángeles, un pueblo que apenas supera los 700 habitantes, triplicará su población en la noche del Jueves Santo, según ha explicado la regidora.

El municipio espera recibir de nuevo miles de visitantes, que acudirán a Torrecilla para "contemplar la singular puesta en escena de esta obra", según la alcaldesa, que se representa por todo el pueblo.

Se recrea la última cena de Cristo con los doce apóstoles, el lavatorio, la oración en el huerto, los juicios, la negación de Pedro, el tradicional Vía Crucis y la muerte en la cruz.

La obra comenzará a las 22.00 horas y los escenarios naturales serán la Plaza Mayor, la de la Iglesia, el olivar cercano al cementerio y las calles por donde transcurrirá el Vía Crucis.

Este evento vuelve a contar con el respaldo de la Diputación Provincial de Cáceres, con un presupuesto que ronda los 8.000 euros para la edición e impresión de la cartelería y la difusión de la obra teatral, ya que se trata de "uno de los principales actos culturales de la provincia, muy atractivo para los visitantes", según Sánchez Cotrina.

"Es importante -ha agregado la alcaldesa- asegurar la continuidad de este acto, que se ha convertido en una seña de identidad para el municipio y la provincia cacereña".

Además, la alcaldesa ha destacado que siguen luchando para que esta fiesta sea declarada de Interés Turístico Regional.