En Inga Food llevamos más de una década desarrollando un programa de selección en la línea ibérica, que ha supuesto una mejora racial importante, fomentando una mejora continua de los principales caracteres productivos y de calidad de carne, y que hemos colocado como pilar fundamental de nuestras producciones ibéricas. A su vez, este avance genético se está trasladando a gran cantidad de explotaciones ganaderas extremeñas y del resto de España, que ya hoy disfrutan de unas producciones mejores fruto de ello.

En todos estos años, hemos analizado las diferentes estirpes de la raza ibérica con las que el sector trabaja mayoritariamente, y hemos desmenuzado el potencial genético de cada una de ellas en parámetros tales como el número de lechones nacidos, su capacidad de producción lechera, la velocidad de crecimiento, su eficiencia alimenticia para transformarlo en peso vivo, rendimientos cárnicos, grado de infiltración grasa intramuscular, composición en ácidos grasos de sus productos, espesor de tocino dorsal, etcétera…

Asimismo, hemos conseguido medir la heredabilidad genética de cada uno de esos caracteres, y averiguar la correlación que tienen unos con otros, para conseguir seleccionar la raza hacia aquellos parámetros más interesantes.

En todo este proceso se han analizado individualmente casi 50.000 animales ibéricos puros, que constituye el mayor banco de pruebas genético realizado en España por una empresa productora hasta ahora. Adicionalmente, conservamos todo el material genético de esos animales para nuevos proyectos que tenemos en marcha relacionados con la genómica, y que permitirá conocer las características que cada animal desarrollará en el futuro desde el mismo momento de su nacimiento, lo cual revolucionará la selección genética del porcino ibérico en los próximos años.

Para toda esta labor de investigación se ha trabajado desde el departamento de genética de la empresa, con los principales entes investigadores de España como son IRTA, la Universidad de Extremadura, la Universidad de Zaragoza y la Universidad Autónoma de Barcelona.

El siguiente hito importante en todo nuestro programa genético lo supondrá la puesta en marcha de un centro de testaje de machos ibéricos, que se ha presentado a todo el sector en este mes de abril de 2018. Lo denominaremos CTI Castúa, y está ubicado en Almendralejo, ciudad donde Inga Food tiene su sede central para las regiones del sur, oeste y centro de España.

Este centro tendrá su actividad centrada en la medición diaria y en tiempo real de cada individuo candidato a reproductor ibérico para mejorar la raza. Esta medición se realiza de manera informatizada sobre cada animal, realizando un ranking de cada individuo para cada uno de los parámetros productivos relacionados con la calidad de carne.

El proceso servirá para escoger a los mejores machos de cada línea ibérica, y trasladarlos a nuestros centros de inseminación especializados, para enviar dicho material genético a las mejores cerdas de nuestras granjas núcleo. De esta manera, se le inyectará una velocidad a todo el proceso de selección genética de nuestra línea ‘Castúa’, que permita una mejora continua en todas las explotaciones ganaderas que trabajen con ella.

La presión de selección será alta, y se dejarán cada año como mejorantes de la raza a los 40 mejores animales de un total de 10.000 individuos candidatos. Para ello, se hace un proceso de preselección de lechones machos en las granjas núcleo, desde donde llevamos solamente al CTI a los mejores 450 animales nacidos cada año, de los cuales sólo pasarán a nuestra estructura genética los mejores 40.

Este centro de investigación dará un impulso aún mayor a nuestra genética, de lo que hasta ahora se había conseguido. Y estamos convencidos de que supondrá un avance tecnológico y de productividad para todas nuestras explotaciones ganaderas de cerdo ibérico.