Mucha devoción en la jornada más grande de la Semana Santa emeritense. Cinco hermandades cumplieron ayer su estación de penitencia en la capital autonómica, que exhibe en Jueves Santo el potencial y contraste de las tallas que custodian sus barriadas.

Nueve pasos en la calle hicieron las delicias de fieles y turistas en una jornada multitudinaria que, sin embargo, tenía un cierto sabor agridulce para la Cofradía Ferroviaria. Su Virgen, Nuestra Señora de la Esperanza, no pudo estrenar su nuevo manto (era una de las principales novedades de la Semana Santa de este año) por los errores en la confección. Un contratiempo que no evitó que el palio luciera tan bello como siempre con flores blancas y cosechando aplausos en su primera levantá a las puertas de la Basílica de Santa Eulalia. Imponente lució también el paso del Descendimiento con su vaivén por las calles de la ciudad.

Antes de que los Ferroviarios tomaran la calle, ya la Cofradía del Prendimiento de Jesús y Nuestra Señora de la Paz hacían las delicias de los fieles congregados a las puertas del Hornito con sus balanceos dedicados a la patrona, los vivas a la Virgen y una muy aplaudida levantá a pulso ante Santa Eulalia.

La Patrona fue también testigo del paso de la Franciscana Hermandad del Cristo de la Vera Cruz y María de Nazaret, que partía de las Sindicales a las siete de la tarde rumbo al Arco de Trajano y la carrera oficial. Después fue el turno de la cofradía de los castillos con el Cristo de los Remedios y Nuestra Señora del Mayor Dolor, una de las estampas más bellas de la Semana Santa emeritense.

El Jueves Santo culminó con la solemnidad de la procesión del Cristo del Calvario, talla anónima de 1695 que, en silencio, saca a la calle la Hermandad del Calvario. Hoy, Viernes Santo, otras dos cofradías procesionarán en Mérida: los Ferroviarios con las Vírgenes de las Angustias y la Esperanza, a las 11; El Calvario con el Cristo Yacente y la Virgen de los Dolores a las seis de la tarde y a partir de las 12 con la Virgen en su soledad y en silencio. Hoy tendrá lugar además, si la lluvia lo permite, otro de los platos fuertes de la Semana Santa de Mérida: el Vía Crucis en el anfiteatro romano tras la procesión del Cristo de la O.