Para el presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales, Santos Benítez, la Semana Santa que acaba de finalizar ha sido «excepcional». «Hacía tiempo que los cofrades no teníamos que estar mirando al cielo», señaló Benítez, haciendo referencia al buen tiempo que ha reinado durante todos los días y que ha permitido salir todos los desfiles sin problema. En total 23 procesiones han recorrido las calles de la ciudad monumental y han sacado a la calle 51 pasos. «Ha sido un año de mucho esfuerzo por los estrenos que han llevado a cabo las cofradías», agregó el presidente de la Unión, en referencia a que siete hermandades han incorporado piezas nuevas a los desfiles procesionales este año.
Benítez destacó también la participación de niños y jóvenes en todos los actos que se han organizado durante La Pasión cacereña, que comenzó el Sábado de Pasión con dos desfiles. «Se ha notado mucho la incorporación plena de niños y jóvenes tanto como hermanos de escolta como de carga. Esto es síntoma de que la Semana Santa goza de buena salud», insistió Santos Benítez.
El momento más multitudinario se vivió con el Cristo Negro, no cabía ni un alfiler en las calles del casco histórico. Aunque la procesión del Santo Entierro (Viernes Santo) y la de ‘El Encuentro’ (ayer, Domingo de Resurrección), también aglutinaron una gran cantidad de público.
La de La Madrugada (Viernes Santo) es la que menos personas ha congregado. Es la procesión más grande de la Semana Santa pero la hora a la que se celebra (sale a las cinco de la madrugada) frena la asistencia de público. Aún así, el hecho de que este año el ganador del concurso de saetas Teresa La Navera, Jorge Peralta, cantara esta Semana Santa durante este desfile en Santa María atrajo a curiosos. Peralta es miembro de la cofradía y, en el momento en que cantó, iba portando el paso de la Virgen de las Angustias, a la que dedicó su saeta.
Por último Santos Benítez agradeció la colaboración de la Policía Local y la Policía Nacional, del ayuntamiento y de DYA y ARA; así como de los hosteleros.
Al año que viene le pide «otro año como este» por lo menos en cuanto al buen tiempo. H s. r.
