El tradicional vía crucis del Santísimo Cristo de la O volvió a protagonizar uno de los momentos más singulares de la Semana Santa emeritense en la madrugada del Viernes al Sábado Santo. El Anfiteatro Romano de la capital extremeña fue testigo de un sobrecogedor acto de fe que se iniciaba a la una y media de la madrugada con una procesión que trasladó al Cristo de la O desde la concatedral de Santa María hasta el anfiteatro emeritense.

La imponente talla anónima del siglo XIV recorrió las calles de la ciudad arropada por la multitud en un caminar acompasado al redoble de tambores sordos. A su llegada al monumento bimilenario, tuvo lugar el vía crucis ante la mirada del público que aborrataba el recinto para rezar junto al Cristo de la O. Sin duda, uno de los momentos más relevantes de la Pasión emeritense, que aspira a convertirse en Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Por otra parte, la jornada del Viernes Santo arrancó a las once de la mañana con la Cofradía Ferroviaria, fundada en el año 1947, que realizó su estación de penitencia con los pasos de la Santísima Virgen de las Angustias y Nuestra Señora de la Esperanza, ambas imágenes del escultor Juan Blanco Pajares. La agrupación musical Santa Cecilia (Mérida) y la banda de música Santa María Egipciaca (Corte de Peleas) acompañaron a los sagrados titulares. Cabe señalar que en esta ocasión, la cofradía estrenaba una remodelación del monte del paso de las Angustias.

Por la tarde procesionó la Cofradía del Calvario con el Santísimo Cristo del Calvario Yacente y la Santísima Virgen de los Dolores. Este año la cofradía estrenó un nuevo paso para el Cristo Yacente que hizo las delicias de los emeritenses, además de la restauración y el dorado de la corona de la virgen de los Dolores. A las las doce de la noche, la hermandad sacaba en procesión a la virgen de los Dolores en su Soledad.

Ayer al cierre de este diario estaba prevista la salida procesional de los pasos de San Juan Evangelista, Jesús Resucitado y Nuestra Señora del Mayor Dolor para el tradicional encuentro en la Puerta de la Villa, que suele congregar a numeroso público.