Alcanzó la calle de día, a pleno sol y regresó con la luna, arropada por miles de fieles a lo largo de todo el desfile. Ayer procesionó la Patrona de Badajoz, la Virgen de la Soledad, en su impresionante paso de palio, rodeada de 600 rosas blancas, claveles y gladiolos y luciendo todas las joyas de su ajuar, incluida la diadema de la Coronación Canónica, a diferencia de cómo saldrá esta noche, enlutada, en silencio, en la Procesión del Rosario, acompañada tan solo de su rosario y un pañuelo blanco en el que enjugar su pena por el hijo apresado y muerto

La imagen de la Soledad estaba preparada en su ermita desde el Domingo de Ramos y han sido miles los devotos que han pasado a admirarla estos días, según comentaba ayer el hermano mayor, José María Blanco. La Patrona procesionó acompañada del Ecce-Homo y del Amarrao, que acaba de ser restaurado por Ricardo Pereira Kantowitz, que ha devuelto todos los detalles a esta impresionante talla del siglo XVII. Blanco cuenta que la imagen estaba «bastante deteriorada» por lo que la junta de gobierno tomó la decisión de someterla a restauración, como ya se hizo hace dos años y medio con el Ecce Homo y hace 6 con la Soledad.

Calles y plazas por donde pasaba la procesión se colmaban de gentío deseoso de ver de cerca a la Patrona, que tanta devoción desata. El desfile estaba amenizado por la Agrupación Musical Santísimo Cristo Yacente de Salamanca y la Banda Municipal de Música de Badajoz. Hoy los fieles podrán asistir al Besamanos en su ermita, que tendrá lugar entre las 11.00 de la mañana y las 14.30 horas.

Cuando la Soledad llegaba a la plaza de España para entrar en la carrera oficial, salían de la iglesia de San Agustín el Cristo de la Caridad y la Virgen de la Aurora, este año sin mirar el cielo. Ésta es una de las hermandades más jóvenes que desfilan en Badajoz. El momento de la salida es el más espectacular. Como explicaba el hermano mayor, Vicente Carrasco, el paso de la Virgen tiene que salvar una altura de 1,80 metros desde la puerta de la iglesia hasta el atrio con peldaños y como este año estrenaba los faroles de cola, quedaban apenas 2 centímetros a cada lado y hasta el techo. A medida que avanzaba el paso, los costaleros se tenían que colocar en los escalones sentados para que fuese por encima de ellos para ir bajando cada trabajadera. «Es complicado», reconocía el hermano mayor. Como no puede salir con los zancos, se hace con ruedas y cuando alcanza el atrio es cuando se colocan los zancos. De otra forma es imposible sacarla.

Además de los espectaculares faroles de cola, fabricados en la Orfebrería Orovio de Torralba de Calatrava (Ciudad Real), el paso de palio mostraba otras incorporaciones, porque es un proyecto que la hermandad se propuso terminar hace unos años. La más importante ha sido la bambalina frontal de la parte superior, obra de Juan Manuel Expósito. Ha sido bendecida por el arzobispo, Celso Morga, porque además lleva su escudo. Los faroles de cola son espectaculares porque llevan 13 brazos cada uno. «No creemos que existan otros en Extremadura de este tamaño o superior», según Vicente Carrasco. El palio también estrenaba los caireles, que son los cordones que cuelgan del techo, todo por suscripción popular. En el paso de palio quedan pendientes los dos laterales y el posterior de las bambalinas superiores. Todo es una aportación de Juan Manuel Expósito, que regala su arte y el material . Todos los estrenos son donaciones de hermanos. Además, el paso de la Sentencia estrenó el casco del romano Pinilla, oficialmente Antonius, que es la imagen de Antonio Pinilla, un hermano de esta cofradía ya fallecido.

La madrugada fue larga en el Casco Antiguo de Badajoz. Pasada la medianoche estaba anunciada la salida del muñidor desde la iglesia de la Concepción, y a las 00.30 el cortejo con el Santísimo Cristo del Amor y la Virgen de la Consolación, de la Cofradía de la Vera Cruz

A la una estaba prevista la salidad desde la iglesia de San Roque del Santísimo Cristo de la Paz en una procesión sencilla, recogida y sin adornos, en silencio, por el juramento de los penitentes en el interior del templo. Tras pasar el puente de San Roque, la comitiva se internó en el Casco Antiguo, solo acompañada por el sonido de un tambor destemplado.