La luna, las velas y el silencio abrieron camino en la noche para que los seis pasos de la Semana Santa trujillana desfilaran por las calles de la ciudad. Un Jueves Santo en el que las previsiones de asistencia, tanto de devotos como de turistas atraídos por la belleza de las procesiones, volvieron a cumplirse, viéndose especialmente abarrotada la salida de los pasos desde la iglesia de San Francisco. La noche del Jueves Santo arrancó con el traslado procesional de Jesús Nazareno desde la iglesia de San Martín hasta la plazuela de San Francisco donde se unió al resto de pasos, envueltos en un hondo sentimiento que solo los trujillanos saben transmitir con su respeto.

Un auténtico museo vivo donde las tallas religiosas ofrecieron un valor añadido a los lugares más emblemáticos del casco histórico, guardando para sí la pena al contemplar la muerte de Jesús. Entre las más destacadas,

La antigüedad y periodicidad de la fiesta, de más de 500 años, y la capacidad para atraer visitantes de fuera de la provincia, fueron los motivos principales para que en el año 2011 fuera declarada de Interés Turístico Regional. Un título que pronto podría verse aumentado, ya que la intención del ayuntamiento y de la Junta de Cofradías es la de trabajar intensamente a lo largo de 2018 para lograr el reconocimiento nacional.

Hoy tendrá lugar la procesión del Santo Entierro, donde procesionarán los pasos del Santísimo Cristo del Perdón, Nuestra Señora de las Angustias, Nuestra Señora de la Soledad de San Pedro, el Santo Sepulcro, San Juan y Nuestra Señora de la Soledad. A la una de la madrugada comenzará la procesión del Silencio con el Cristo del Perdón y la Virgen de la Soledad. Sólo el ritmo acompasado del tambor se hará eco en la oscuridad mientras avanzan sigilosos los penitentes, tenuamente guiados por la leve llama de los velones. Y ya al día siguiente el júbilo estallará para celebrar la resurrección de Jesús materializado en el Chíviri, que pondrá el broche final a la Semana Santa.