Hace ya días que la localidad de Oliva de la Frontera (Badajoz) bulle. El Domingo de Ramos subió el telón de las representaciones de la Pasión Viviente, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y que aspira a conseguir el título de Interés Nacional, cuyo expediente está ya preparando el ayuntamiento.

El domingo se estrenó en su papel de protagonista de todas las escenas Jesús Gil Soto, que sustituye a José Manuel Gómez Mesa, que asumió el papel de Jesucristo durante siete años. Espacios naturales del centro del municipio se transforman en escenarios de Jerusalén para rememorar los últimos días de Cristo, algo que los oliveros llevan haciendo desde hace 42 años de forma ininterrumpida.

La cita de esta noche, Jueves Santo, es a las 22.00 horas, cuando oscurezca y sea visible la primera estrella, momento en el que comenzará la Santa Cena en las escalinatas de la iglesia de San Marcos. Jesús con sus apóstoles se trasladarán por el paseo de las Palmeras, donde están colocadas las tiendas en las que el pueblo duerme, hacia la plaza de España, donde tendrá lugar la Oración en el Huerto. En este lugar se le aparecerá el ángel que dé testimonio del corto futuro que le aguarda y será apresado, para ser trasladado seguido por la luz de las antorchas ante Caifás (en las escaleras del ayuntamiento), donde este año los sacerdotes estrenan indumentarias en función de la tribu de la que cada uno procede. La representación suele terminar antes de la medianoche. Amanecerá pronto el Viernes Santo. Desde las siete de la mañana los integrantes de la Agrupación Pasión Viviente están montando los escenarios. El paseo de las palmeras se ambienta con un mercado ajetreado de la época. La representación comenzará a las 12.00 ante la puerta de la iglesia, con Pilatos. Continuará en la plaza de España ante la corte de Herodes, para volver a Pilatos, desde donde Jesús caminará escoltado y seguido por el pueblo hasta la ermita de la Virgen de Gracia, en cuya explanada será crucificado. Para el presidente de la agrupación, Manolo Barroso, si algo caracteriza y diferencia a la Pasión Viviente es el altruismo con el que participan los oliveros, que además han conseguido que se produzca el relevo generacional que asegura su continuidad.