Un total 1.337 extremeños están dados de alta, a petición propia, en el Registro Autonómico de Limitaciones de Acceso al Juego, lo que supone que no pueden acceder a establecimientos como bingos, casinos o locales donde se realicen apuestas dentro de la comunidad autónoma y donde se requiera identificación previa.

Este registro de prohibidos es un sistema destinado a recoger la información necesaria para que una persona pueda solicitar que le sea prohibida la entrada en este tipo de establecimientos, según ha informado la Consejería de Hacienda y Administración Pública.

Al margen de este registro autonómico, una persona puede solicitar su inscripción en el de Interdicciones de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), de ámbito estatal, que además de hacer efectiva la prohibición para acceder al juego on line que requiera identificación previa, es comunicada a las comunidades autónomas.

Se trata de evitar el acceso a los juegos donde la normativa autonómica determine la necesidad de comprobar que no existe inscripción, independientemente de cuál sea su residencia habitual.

De la misma forma, la solicitud de cancelación de esa inscripción, que solo podrá realizarse a través del Registro de Interdicciones de la DGOJ, será comunicada a las autonomías.

Las solicitudes de inscripción o cancelación en el correspondiente registro de prohibidos autonómico cursada directamente en la comunidad correspondiente, únicamente tendrá efectos dentro del ámbito territorial de competencias de esa región.

La DGOJ explica que cada administración ha determinado una configuración específica para su registro de prohibidos, estableciendo los parámetros que ha considerado más conveniente para lograr una protección más efectiva de los jugadores.

En el caso de Extremadura y según recoge la web de la DGOJ, se aplica la prohibición en bingos, casinos y establecimientos de apuestas, pero no se puede aplicar en relación a las máquinas de juego en hostelería, salones de juego o apuestas en recintos deportivos con acceso libre.

No obstante, para Antonio Regalado, presidente de la Asociación Extremeña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Aexjer), con sede en Almendralejo y una de las dos federadas a nivel nacional, aunque el registro es una herramienta positiva en el proceso de rehabilitación de un jugador, no es todo lo efectivo que debiera.

Según explica, el problema es que las casas de apuestas «te piden el DNI pero no siempre te miran si tienes autoprohibición porque no tienen registro, aunque debería ser obligatorio».

En la actualidad Aexjer tiene registrados 522 autoprohibiciones, ya que, aunque es voluntario, es un requisito que se les hace a los que se acercan a la asociación para luchar contra esta enfermedad.

Según Antonio Regalado, «nadie pone pegas e incluso algunos lo amplían entre familiares de su entorno», con lo que evitan caer en la tentación de facilitar el DNI de otra persona en el caso de los juegos on line.

Sin embargo, Antonio Regalado precisa que esta herramienta está pensada para mayores de 18 años, pero «lo realmente preocupante» es el aumento de menores que están accediendo al mundo de las apuestas, dado el creciente aumento de establecimientos de este tipo.

Por ello, agrega que desde Aexjer se están volcados en dar charlas en centros educativos, sobre todo a alumnos de tercer y cuarto curso de Educación Secundaria, ya que es a esa edad a la que están iniciándose.