No recoger los excrementos caninos podrá costar en Madrid hasta 1.500 euros según la nueva ordenanza de Limpieza y Gestión de los Residuos del Ayuntamiento que entrará en vigor en 2009 y que eleva la sanción máxima por no retirar las cacas de los espacios públicos de 90 a 1.500 euros. Así lo ha indicado hoy la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, durante la presentación de una campaña de concienciación sobre recogida de residuos caninos, organizada con el Colegio Oficial de Veterinarios bajo el lema "Si pudiera lo haría yo mismo".

Botella ha subrayado que no recoger los excrementos de los animales de compañía "perjudica la imagen de la ciudad y supone un riesgo enorme para la salud de las personas, especialmente para la de los niños que juegan en las zonas verdes" (por las enfermedades que las heces transmiten). La delegada ha justificado así el aumento de las sanciones por la no recogida de excrementos caninos propuesto en la nueva ordenanza del Ayuntamiento, en la que la multa pasará a estar entre los 750 y los 1.500 euros, frente a los entre 60 y 90 euros que se cobran en la actualidad -eso sí, la norma municipal que regula estas sanciones en la actualidad es del año 1985, han asegurado fuentes municipales-.

La responsable de Medio Ambiente ha indicado que el Ayuntamiento establecerá un protocolo para determinar cuál deber la multa dentro de este espectro, de los 750 a los 1.500 euros, dependiendo de criterios como si es una zona emblemática de la ciudad donde se ha abandonado el excremento, de si es un espacio habitual donde juegan niños y de si el dueño de la mascota es reincidente.

Los Servicios de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid recogieron el año pasado 1,2 millones de kilos de residuos caninos, de los que el 80 por ciento fueron depositados por los responsables de los animales en los "sanecanes", donde los dueños de los animales disponen gratuitamente de las bolsas y las depositan tras su uso. Por el contrario, el 20 por ciento restante correspondió a la recogida con "motoverdes" porque los propietarios no habían cumplido con su obligación. En las cifras anteriores no aparecen recogidos los excrementos que a diario recogen los trabajadores de limpieza de calles y plazas. Por eso la delegada ha sido contundente: "Esa falta de responsabilidad verá incrementada su sanción en el proyecto de la nueva ordenanza, porque tener una mascota es una responsabilidad que es aún mayor cuando se vive en una ciudad y se comparte el espacio con tantas personas".