Cada vez más joven y con las chicas incorporándose cada vez más al mal hábito de consumir alcohol. Es el perfil más habitual de este problema de salud en Extremadura. La importancia es tal que el 10,4% de los extremeños bebe alcohol a diario (un punto más que la media en España), y un 42% lo hace de forma habitual (el 62% de media en el país), siendo la edad a los 13 años en el caso de los chicos y de los 14 si se trata de las jóvenes, según explicó ayer el consejero extremeño de Sanidad, José María Vergeles, durante la presentación del último informe de Alcohólicos Anónimos. «Las chicas se están incorporando de forma importante a este hábito», y «se ha pasado de un consumo progresivo a los atracones de fines de semana», recalcó. Además, según los últimos datos oficiales, un 80% de los jóvenes que consumen alcohol ya lo hacían siendo menores de edad; y un 32% de los alumnos de Secundaria abusan del alcohol los fines de semana.

«Los niños y jóvenes no conocen el peligro de este problema», inisitió; de ahí de la importancia de asociaciones como Alcohólicos Anónimos, que lleva trabajando 30 años en la región; y también de la reciente ley de prevención de consumo de alcohol en menores de Extremadura, para empezar a trabajar desde el inicio para evitar este problema, comentó. Respecto a este colectivo, avaló su labor «como complemento al trabajo que se realiza desde la sanidad para potenciar el éxito para ayudar a salir de este problema». Un dato revelador puesto ayer sobre la mesa qes que casi un tercio de las personas que se están tratando en estos grupos de terapia en la región son mujeres, y que se ven más solas que los hombres para afrontar este problema de salud.

Otras cifras que revelan la dimensión del problema es que el 91% de los extremeños han consumido alguna vez alcohol, y el 71% de forma esporádica, según desveló el consejero; que incidió en el cambio de perfil, siendo «de especial vulnerabilidad los menores, y pasando de un consumo diario, progresivo a atracones de alcohol los fines de semana».

Por ello, indicó que el dispositivo asistencial de la Administración se puede ver reforzado con los grupos de ayuda de Alcohólicos Anónimos. El Gobierno extremeño, subrayó, está «muy concienciado y sensibilizado» con la detección, tratamiento, rehabilitación y prevención del alcoholismo, como lo pone de manifiesto la nueva ley autonómica.

TRES NUEVOS GRUPOS // En este sentido, el presidente de esta asociación en España, Luis María Villota, explicó que en Extremadura trabajan cinco grupos de Alcohólicos Anónimos, ubicados en Villanueva de la Vera, Jaraíz de la Vera, Navalmoral de la Mata, Plasencia y Badajoz; y están a punto de crearse otros en Trujillo, Zafra y Mérida. Cada grupo trabaja con una docena de personas, y se considera que a los cinco años de terapia una persona puede estar curada de este problema, aunque siempre hay riesgo de recaída, señaló. No obstante, el 65% de quienes asisten a estos grupos de trabajo no recae.

Este colectivo cuenta con 616 grupos que trabajan en toda España y atiende permanentemente a 4.000 personas.

«Alcohólicos Anónimos es como una mesa que tiene tres patas: la recuperación que lleva a la abstinencia, la unidad y el servicio, todas necesarias para que la mesa se sostenga», argumentó

La edad media de los usuarios que acuden a los grupos es de 54 años en el caso de los hombres y de 51 en las mujeres, siendo la tendencia al alza de la adicción al alcohol en estas últimas, por lo que Villota considera necesario que el Plan Nacional sobre Drogas incluya la perspectiva de género. Suelen acudir a los grupos «por presiones familiares o deterioro físico»; un 28 % asiste casi todos los días y un 46 % dos veces a la semana.

Además, la edad de inicio en el consumo de quienes deciden ponerse en manos de estos grupos para salir de su problema es de 16 años en el caso de los varones y de 22 años si se trata de mujeres.

Un aspecto destacado por Villota es el hecho de que, entre quienes acuden a Alcohólicos Anónimos, el nievel de formación es «muy superior» en el caso de las mujeres respecto al de los hombres; de hecho, el 30% de las usuarias son universitarias frente al 17% de los hombres, y a medida que baja el nivel formativo la brecha es menor.

ESTINGMAS // Además, remarcó que el estigma del alcoholismo es superior en las mujeres que en los hombres y menor la tolerancia de su entorno, como lo demuestra el hecho de que el 62% de los hombres alcohólicos estén emparejados, frente al 44% de las mujeres, que tienen «más dificultades para conservar a su pareja y que se ven más solas que los hombres para afrontar el problema».

Villota apuntó que la estabilidad en la recuperación aparece a los dos años, y se considera que se alcanza una recuperación de continuo a los cinco años, lo cual no significa que no haya recaídas.

Por otro lado, avaló la Ley de Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas en la Infancia y Adolescencia aprobada recientemente en la Asamblea extremeña e impulsada por la Junta, pues si se consigue retrasar la edad de inicio de ingesta de bebidas alcohólicas, se posterga también la aparición de la adicción.