Las expulsiones de inmigrantes que viven en España de forma irregular aumentaron durante el pasado año el 12% (de 9.467 pasaron a 10.616) "por la mayor eficacia administrativa" del Ejecutivo al ejecutarlas, según Rubalcaba.

El ministro negó que se deba a una mayor presión policial, como varias oenegés han denunciado recientemente.