Las 16 personas que viajaban el pasado sábado en el autocar que cubría la línea regular entre Badalona (Barcelona) y Monesterio (Badajoz) volvieron a nacer. Así de rotundo, puesto que el autobús en el que se trasladaban se salió de la calzada y recorrió alrededor de 100 metros hasta acabar empotrado contra un pino. Aunque no hubo que lamentar fallecidos, el siniestro se saldó con 16 heridos, cuatro de ellos de gravedad.

El incidente tuvo lugar alrededor de las 22.50 cuando varios testigos alertaron a los servicios de Emergencias de que lo que creían que era un camión se había salido de la vía en el carril de desacelaración de la salida Peñíscola-Benicarló de la AP-7, según informó Pasqual Esteller, jefe de guardia del Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón. Sin embargo, se comprobó que se trataba de un autocar de línea, con 16 personas en su interior. Todas ellas sufrieron heridas de diversa consideración.

El autocar se salió de la vía en el punto donde comienza el carril de salida que lleva al peaje, que tiene una curva. No obstante, el autobús trazó una línea recta en su recorrido, atravesó una zona ajardinada y acabó chocando contra un árbol.

UNA SALIDA DE VIA LIMPIA

Según explicó el jefe de la guardia de los Bomberos, la salida de vía fue "limpia", pero el vehículo sufrió un "fuerte traqueteo" y el impacto posterior. Como consecuencia de los grandes saltos que dio y del choque contra el pino, los viajeros y el conductor sufrieron diversos golpes y contusiones, que se saldaron con cuatro personas heridas graves y el resto de consideración leve, según informó el CICU.

La investigación abierta por el equipo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico de Benicarló se centra ahora en analizar el tacógrafo del vehículo. Según ha podido saber este medio, las primeras hipotesis apuntan a una "velocidad indebida" o a "un despiste" como causas del accidente. "Aunque puede ser una conjunción de ambos factores", señalaron estas fuentes.

Sin embargo, el punto en el que tuvo lugar el incidente se caracteriza por tener un desnivel, debido a la existencia de un punto de canalización de agua de lluvia, lo que también pudo influir en el accidente o agravar sus consecuencias finales.

Varias fuentes consultadas por este periódico coincidieron en destacar la "fortuna" que supone que el autocar no volcara en ningún momento. En la misma línea, el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, explicó que tras la grave alerta inicial, finalmente fue un alivio saber que no hubo que lamentar ningún fallecido.

Hasta el lugar del accidente se trasladaron dos unidades del servicio de emergencias sanitario, tres de Soporte Vital Básico y dos transportes no asistidos, así como varias unidades de los Bomberos de los parques de Benicarló y Oropesa.